MI CAMINO

sábado, 4 de septiembre de 2010

EL ARBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL

En la meditación anterior ya vi, Señor, que el Árbol de la vida representaba o es una tipología de Cristo. Comer de este árbol, dice la Palabra, era recibir vida eterna.

Este árbol, por así decirlo, se hace presente nuevamente en Cristo Jesús y Él mismo dice; “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna;…” Jn4:54. Y Juan en su epístola dice: “Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.” 1Jn. 5:11,12. El cristiano que ha recibido la vida de Dios por medio del Espíritu Santo, puede decir que ha comido de ese árbol de la Vida y ahora tiene la vida de Dios en él por el Espíritu Santo.
Dios no había creado a Adán con Vida Eterna, sino con la posibilidad de alcanzar esta Vida en un proceso o camino de obediencia y comunión. Por ello cuando Adán pecó el Señor tuvo que expulsarlo de su paraíso y cerrar el camino al árbol de la vida “…para que no alargue su mano y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.” Gen. 3:24. Jesús también dijo; “De cierto de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” Jn. 6.53.

GRACIAS SEÑOR que mi vida está escondida contigo en Dios (Col. 3:3) y un día esta vida se manifestará totalmente en mí, porque aún no se ha manifestado lo que he de ser; pero sé que cuando tú te manifiestes, seré semejante a ti, porque te veré tal y como tú eres. (1Jn. 3:2)

Hoy, Señor, traes a mi atención al Árbol de la ciencia del bien y del mal. Estas son las preguntas que me hago: ¿Por qué era necesario? ¿Que simboliza o representa este árbol? ¿Es este árbol, algo histórico o aun esta presente con nosotros? Si es algo presente, ¿Puede un cristiano comer de el?


¿POR QUE ERA NECESARIO ESTE ÁRBOL?
Dios quería crear un ser inteligente y con voluntad propia, un ser que de su propia voluntad y deseo le amara y sirviera, por tanto era necesario que le diera la oportunidad para ejercer su inteligencia y su libertad para elegir a Dios. Era necesario que le diera otra alternativa, otro camino.
Parece una contradicción pero lo bueno que tiene el pecado para el cristiano es que le da la oportunidad de elegir la santidad. Lo bueno del mundo es que elijo el amor del Padre (1Jn. 2:15)

El propósito divino original era vivir en el hombre. No solo es el propósito original, sino que es el propósito eterno, el motivo de la creación. Dios no ha cambiado su propósito para con nosotros. Dice Pablo que después de la resurrección. Dios será todo en todos.
Dios quería que el hombre participara de este propósito de una manera voluntaria. Que tomara una decisión racional de amar a Dios y vivir en unión con El. Es por esto que le ofreció el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Pero como Dios conocía las consecuencias de una vida excluida de Él, le ofreció la alternativa en forma de prohibición: “no comerás de él porque el día que comieres, ciertamente morirás”

Dios, en lugar de haberle prohibido comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, podía haberle ordenado comer del árbol de la Vida y de una haber terminado con el problema e incluso la cruz. Pero esto no es la manera como Dios hace las cosas y aquí podemos aprender un principio espiritual importante.
Dios no busca un acto aislado de obediencia en nosotros, sino una vida continua de obediencia porque es la única manera en que Su vida puede manifestarse en nosotros. Adán y Eva tenían que aprender obediencia mientras vivían en comunión con Dios. ¿No es interesante que el mismo Jesucristo tuviera que aprende obediencia como hombre? Ver Heb. 5:8.
Muchos piensan que cristianismo es haber aceptado a Cristo un día que levantaron la mano o firmaron una tarjeta. Incluso piensan que cristianismo es haberse bautizado un día o haberse rendido con lágrimas en el altar. No, no es una decisión de un día o un acto aislado. Es una vida continua de obediencia y comunión con Cristo. Jesús dijo; “Mi comida (diaria) es que haga la voluntad del que me envió…” Jn. 4:34. Sal. 40:6-8 “Sacrificio y ofrenda de cereal no has deseado; has abierto mis oídos; holocausto y ofrenda por el pecado no has requerido. Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí; me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío; tu ley está dentro de mi corazón.”

GRACIAS SEÑOR porque tú has satisfecho el corazón del Padre en mi lugar. Lo que yo nunca podía haber alcanzado, por cuanto yo soy débil por la carne, tu lo has hecho por mí y me lo has dado como si fuera mío. Tú dices; “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado; para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él” (2Co. 5:21) Ahora mi esperanza y completa redención esta la seguridad de que por tu Espíritu y el poder que tienes para hacer todas las cosas tu vas a implantar en mi corazón la misma disposición que te llevo a la cruz.


¿QUE SIMBOLIZA ESTE ARBOL?
Si el árbol de la vida simbolizaba la vida eterna o dicho de otra manera, la vida de Dios. Es evidente que el árbol de la ciencia del bien y del mal simboliza la vida independiente de Dios. Es la vida del hombre vivida por medio de sus propios recursos y dependiente solo en si mismo y su habilidad natural.
Pablo dice así de los gentiles, los no cristianos. Ef. 4:17,19. “ajenos o excluidos de la vida de Dios” La palabra literalmente significa “no participante” de la vida de Dios. Comparar esto con 2P1:3,4. “Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina…”
Al rechazar el hombre a Dios, al mismo tiempo se eligió a sí mismo como principio y final de su propia vida. Es la vida donde “el Yo” es superlativo y central. El hombre se convierte en su propio Dios y así comienza su exaltación, adoración y servicio a sí mismo. Pero al elegir su exaltación, sin saberlo, lo que esta eligiendo es su degradación. En Romanos 1: 21ss Pablo nos explica este proceso de degradación que comienza así; “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido…”
Dios creó este mundo material para que el hombre lo gobernara. Para ello el hombre es un ser donde se junta lo material y lo espiritual. Esto es un ser capaz de relacionarse con lo material y al mismo tiempo con lo espiritual. Así que el hombre iba a ser el eslabón en el gobierno de Dios, que es espíritu, el gobierno divino de la creación. Esto aún es su plan y la redención tiene como propósito restaurarnos este gobierno.”
La manera que el hombre iba a gobernar era recibiendo en su espíritu las intuiciones divinas y poniéndolas en práctica por medio de su razón. (Dicho de paso esto es fundamental en la práctica de la vida cristiana). El hombre rechaza esta manera de gobierno en dependencia del Espíritu de Dios y toma del árbol del conocimiento del bien y del mal. Según vio Eva; “…árbol codiciable para alcanzar la sabiduría…”
Ahora esta tierra está siendo gobernada por esta sabiduría del hombre que esta manchada de toda clase de codicia, injusticia y engaño. Al mismo tiempo Dios está esperando que el hombre llegue al final de sí mismo y reconozca que “…sin Mi nada podéis hacer”
En Ro. 19-22 Pablo nos habla de los gemidos de la creación esperando a que el hombre redimido tome su gobierno, “los hijos de Dios” y el contexto nos dice que “…todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios…” Ro. 8:14.

SEÑOR te he visto en Génisis tres como el hombre que rechaza el árbol de la ciencia del bien y del mal cuando el Tentador vino a ti en el desierto ofreciéndote los reinos de este mundo y su gloria. Tú te confiaste a tu Dios y su sabiduría, no tomaste el fruto de la independencia de Dios sino que tomaste la copa que el Padre te ofreció, el camino del rechazo y la cruz, por tanto fuiste exaltado hasta lo sumo y tu nombre es sobre todo nombre. Hoy me confío a ti.