LOS DIAS DE LA CREACION
Comentaba en el articulo anterior que hay una gran similitud o paralelismo entre la creación de Génesis y la Nueva Creación. Mirando atentamente el progreso de cada día de la creación se puede ver el método y el proceso divino en nuestras vidas desde el día que Cristo, (La Palabra creativa) vino a nosotros.
Este paralelismo o similitud no es mi idea propia. El apóstol Pablo por medio del Espíritu Santo nos da la idea en 2Co.4:6. Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo
También podemos ver que el autor de Hebreos usa el cuadro de la creación para ilustrar un
Principio espiritual importantísimo en la vida del creyente. Heb. 4:3,4. Porque los que hemos
Creído entramos en ese reposo, tal como El ha dicho: COMO JURE EN MI IRA: "NO
ENTRARAN EN MI REPOSO", aunque las obras de El estaban acabadas desde la fundación
Del mundo. Porque así ha dicho en cierto lugar acerca del séptimo día: Y DIOS REPOSO
EN EL SEPTIMO DIA DE TODAS SUS OBRAS;
PRIMER DIA. (LA LUZ)
“…Y DIJO Dios sea la luz.” El primer acto divino en nuestras vidas es el alumbramiento de nuestro entendimiento para que veamos a Cristo, nuestra Salvación. En ese día nacemos de nuevo y somos: hijos de luz” “hijos del día” 1Te.5:5. “Somos luz en el Señor” Ef. 5:8.
Jesús no solo es la Luz del universo en la primera creación, El es también la Luz espiritual o mejor dicho, no solo la luz física, sino también espiritual, real, eterna. Es curioso ver que cuando este paréntesis del tiempo pase y comience de nuevo la eternidad, el sol, que solo era una figura de la luz verdadera, desaparecerá y Cristo nuevamente Serra la lumbrera que alumbra todo. Ap. 21:23, Ap. 22:5.
Esta Luz que nos viene, es progresiva dándonos cada vez más revelación de Cristo. Ef. 1:17ss.
Antes creía que Dios nos daba luz, como si la luz fuera una cosa. Ahora se que la Luz es una persona, “Jehová es mi Luz y mi salvación…” “Mas por el estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría…1Co.1:30.
***Señor tu eres la Luz del mundo. Tu eres mi luz, eres la Luz que alumbra mi camino por eso no andaré en tinieblas. Hoy entiendo que mi confianza no esta en lo que se, sino en ti, porque tu diriges los pies de los justos. Te alabo
SEGUNDO DIA. (LA EXPANSION)
“Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas” La expansión son los cielos, la atmosfera y el espacio. Pero lo que me llama la atención es que los cielos no son un acto creativo, sino que Dios separo las aguas de arriba con las de abajo y al espacio que dejaron los llamo cielos. Ese mismo día Dios separo las aguas de abajo dando lugar a la tierra seca y a los mares. También en el primer día, separo la luz de las tinieblas.
En similitud con la Nueva Creación, lo que Dios comienza a hacer en nuestras vidas es el proceso de separación. Poco a poco el Espíritu Santo, y digo el Espíritu Santo, y no los hombres, comienza a separarnos del pecado, del mundo y todas aquellas cosas que nos son parte de la luz.
Separa la luz de las tinieblas. 2Co. 6:15
Separa las cosas de arriba y las cosas de la tierra. Col. 3:2.
Separa las cosas que se ven de las que no se ven.2Co. 4:18
Separa el mundo y las cosas que están en el mundo.1Jn. 2:15
Separa las cosas movibles de las inconmovibles. Heb. 12:27
***Señor en un día y con un solo acto de tu voluntad separaste los cielos, los mares y la tierra. Los mares al sonido de tu voz se juntaron en un montón. Yo insignificante como soy y llevas 44 años atrayéndome a ti que eres eterno para que me separe de lo que es temporal. Peo Tú eres paciente y misericordioso. Por eso tú me dices. Jer 31:3 Desde lejos el SEÑOR se le apareció, diciendo: Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia.
TERCER DIA (FRUTO)
“Después dijo Dios: Produzca la tierra…” El tercer paso en la secuencia de nuestra restauración así como en la creación es el Fruto. Después que el Espíritu Santo a comenzado ese proceso de separación comienzan a verse en nuestras vidas brotes de fruto. La semilla de su palabra comienza a germinar y como en la parábola Mar 4:28 La tierra produce fruto por sí misma; primero la hoja, luego la espiga, y después el grano maduro en la espiga.
Otra vez pongo el énfasis en lo que el Espíritu Santo pone el énfasis. El fruto es divino. Es un acto natural de la tierra y la semilla según Dios ha establecido. Es Dios diciendo “Produzca la tierra….” La semilla lleva la vida en ella misma.
El problema es cuando viene los hombres a un recién convertido y le dicen: Ahora que eres cristiano tienes de dejar esa música, esos lugares. Tienes que hacer esto y lo otro. Tienes que ser así o asa. No, no y mil veces no. Creo en el poder de la vida eterna que hemos recibido de Dios, Creo en el poder del Espíritu. Creo en la Luz que me alumbra. Creo en el poder de la Palabra de Dios cuando dice: ‘Produzca la tierra.
***Señor aquí estoy como tierra árida, desolada y vacía pero que tu vienes a mi suave como el rocío y poderoso como el turbión. Creo en ti que puedes hacer de esta tierra huerto de Dios.
Comentaba en el articulo anterior que hay una gran similitud o paralelismo entre la creación de Génesis y la Nueva Creación. Mirando atentamente el progreso de cada día de la creación se puede ver el método y el proceso divino en nuestras vidas desde el día que Cristo, (La Palabra creativa) vino a nosotros.
Este paralelismo o similitud no es mi idea propia. El apóstol Pablo por medio del Espíritu Santo nos da la idea en 2Co.4:6. Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo
También podemos ver que el autor de Hebreos usa el cuadro de la creación para ilustrar un
Principio espiritual importantísimo en la vida del creyente. Heb. 4:3,4. Porque los que hemos
Creído entramos en ese reposo, tal como El ha dicho: COMO JURE EN MI IRA: "NO
ENTRARAN EN MI REPOSO", aunque las obras de El estaban acabadas desde la fundación
Del mundo. Porque así ha dicho en cierto lugar acerca del séptimo día: Y DIOS REPOSO
EN EL SEPTIMO DIA DE TODAS SUS OBRAS;
PRIMER DIA. (LA LUZ)
“…Y DIJO Dios sea la luz.” El primer acto divino en nuestras vidas es el alumbramiento de nuestro entendimiento para que veamos a Cristo, nuestra Salvación. En ese día nacemos de nuevo y somos: hijos de luz” “hijos del día” 1Te.5:5. “Somos luz en el Señor” Ef. 5:8.
Jesús no solo es la Luz del universo en la primera creación, El es también la Luz espiritual o mejor dicho, no solo la luz física, sino también espiritual, real, eterna. Es curioso ver que cuando este paréntesis del tiempo pase y comience de nuevo la eternidad, el sol, que solo era una figura de la luz verdadera, desaparecerá y Cristo nuevamente Serra la lumbrera que alumbra todo. Ap. 21:23, Ap. 22:5.
Esta Luz que nos viene, es progresiva dándonos cada vez más revelación de Cristo. Ef. 1:17ss.
Antes creía que Dios nos daba luz, como si la luz fuera una cosa. Ahora se que la Luz es una persona, “Jehová es mi Luz y mi salvación…” “Mas por el estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría…1Co.1:30.
***Señor tu eres la Luz del mundo. Tu eres mi luz, eres la Luz que alumbra mi camino por eso no andaré en tinieblas. Hoy entiendo que mi confianza no esta en lo que se, sino en ti, porque tu diriges los pies de los justos. Te alabo
SEGUNDO DIA. (LA EXPANSION)
“Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas” La expansión son los cielos, la atmosfera y el espacio. Pero lo que me llama la atención es que los cielos no son un acto creativo, sino que Dios separo las aguas de arriba con las de abajo y al espacio que dejaron los llamo cielos. Ese mismo día Dios separo las aguas de abajo dando lugar a la tierra seca y a los mares. También en el primer día, separo la luz de las tinieblas.
En similitud con la Nueva Creación, lo que Dios comienza a hacer en nuestras vidas es el proceso de separación. Poco a poco el Espíritu Santo, y digo el Espíritu Santo, y no los hombres, comienza a separarnos del pecado, del mundo y todas aquellas cosas que nos son parte de la luz.
Separa la luz de las tinieblas. 2Co. 6:15
Separa las cosas de arriba y las cosas de la tierra. Col. 3:2.
Separa las cosas que se ven de las que no se ven.2Co. 4:18
Separa el mundo y las cosas que están en el mundo.1Jn. 2:15
Separa las cosas movibles de las inconmovibles. Heb. 12:27
***Señor en un día y con un solo acto de tu voluntad separaste los cielos, los mares y la tierra. Los mares al sonido de tu voz se juntaron en un montón. Yo insignificante como soy y llevas 44 años atrayéndome a ti que eres eterno para que me separe de lo que es temporal. Peo Tú eres paciente y misericordioso. Por eso tú me dices. Jer 31:3 Desde lejos el SEÑOR se le apareció, diciendo: Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia.
TERCER DIA (FRUTO)
“Después dijo Dios: Produzca la tierra…” El tercer paso en la secuencia de nuestra restauración así como en la creación es el Fruto. Después que el Espíritu Santo a comenzado ese proceso de separación comienzan a verse en nuestras vidas brotes de fruto. La semilla de su palabra comienza a germinar y como en la parábola Mar 4:28 La tierra produce fruto por sí misma; primero la hoja, luego la espiga, y después el grano maduro en la espiga.
Otra vez pongo el énfasis en lo que el Espíritu Santo pone el énfasis. El fruto es divino. Es un acto natural de la tierra y la semilla según Dios ha establecido. Es Dios diciendo “Produzca la tierra….” La semilla lleva la vida en ella misma.
El problema es cuando viene los hombres a un recién convertido y le dicen: Ahora que eres cristiano tienes de dejar esa música, esos lugares. Tienes que hacer esto y lo otro. Tienes que ser así o asa. No, no y mil veces no. Creo en el poder de la vida eterna que hemos recibido de Dios, Creo en el poder del Espíritu. Creo en la Luz que me alumbra. Creo en el poder de la Palabra de Dios cuando dice: ‘Produzca la tierra.
***Señor aquí estoy como tierra árida, desolada y vacía pero que tu vienes a mi suave como el rocío y poderoso como el turbión. Creo en ti que puedes hacer de esta tierra huerto de Dios.