GENESIS 2
Tres cosas me llaman la atención en este capitulo de Génesis. La creación del hombre. El huerto del Edén y La institución del matrimonio en el huerto del Edén.
LA CREACION DEL HOMBRE.
A diferencia de la creación de los animales, la creación del hombre toma un lugar aparte en el propósito divino. Cuando Dios crea a los animales lo hace, por así decirlo, a distancia. El versículo 20, y 24 del capitulo uno dice: “Produzcan las aguas seres vivientes…” y “produzca la tierra seres vivientes” Con el hombre dice” “Hagamos al hombre” y en 2:7 dice “Jehová Dios formo al hombre del polvo de la tierra”
Dios podía habernos creado con su palabra desde los cielos pero el Espíritu Santo nos quiere mostrar la cercanía de Dios en nuestra creación. Creo que por lo menos hay tres razones por las que Dios pone tal atención en nuestra creación.
CRISTO, EL DIOS HOMBRE
La primea es que en vistas a nuestra redención El mismo se encarnaría. Esto es, tomaría el mismo cuerpo que estaba formando con sus manos. Leer Heb. 2:9-18 especialmente el Verso 14; “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participo de lo mismo…” Y en otro lugar dice…Heb.10:5… “Me preparaste cuerpo” Puedo ver a Dios formando delicadamente con sus manos el cuerpo humano que cuatro mil años mas tarde tomaría para ofrecerlo en holocausto. Juan lo dice así: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”…”Y aquel Verbo fue hecho carne… Todas loas cosas por el fueron hechas, y sin el nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En el estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres…Aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre, venia a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por el fue hecho…”
Lo vimos en el capitulo uno de Génesis, El es el Verbo que sale de Dios, es la Luz y ahora en el capitulo dos es el que esta formando al hombre con sus propias manos y de esta simiente de hombre viene El por María para redimirnos.
Cuan grande es el amor de Dios que por nosotros toma cuerpo humano y en ese cuerpo existirá por la eternidad. Así le veremos en el cielo, con un cuerpo como el nuestro a excepción de las marcas en las manos, los pies y el costado.
EL HOMBRE, CASA DE DIOS
El cuerpo humano es el lugar de su habitación en la tierra. Dice Esteban: “…el Altísimo no habita en templos hechos de manos, y mas tarde Pablo añade; ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1Co. 3:16. Así que Dios al formar al hombre lo que esta haciendo literalmente es edificando su templo. Este templo que vino a destruir el enemigo por medio del pecado.
Pero Dios que es rico en misericordia viene nuevamente en la Nueva Creación y comienza con la restauración. Por decirlo así, para crearnos, Dios tuvo que mancarse las manos de barro dándonos a entender que en nuestra restauración también se iba a manchar con el barro de nuestros pecados, de tal manera que dice luego mas tarde: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en el. 2Co. 5:21.
Al final de Apocalipsis, cuando todo el trama humano de la redención ha terminado. Cuando Dios finalmente haya terminado con muestra restauración, podremos oír esa gloriosa declaración: “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres…” Ap. 21:3
EL HOMBRE, IMAGEN Y GLORIA DE DIOS.
“Y creo Dios al hombre a su imagen…
Podríamos entrar en teología y rompernos los sesos tratando de entender estas palabras, “creados a su imagen.” ¿Que tenia Dios en su mente cuando dijo estas palabras?
No voy a dar una respuesta teológica, no voy a ir a griego y el hebreo. Es más sencillo miremos un cuadro, miremos a una realidad viva. Heb. 1:3 dice así hablando de Jesús: “…el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia…” Jesús de Nazaret es el hombre a la imagen y semejanza de Dios. Míralo en los evangelios. Mira su carácter, mira su compasión y misericordia. Mira su poder y su autoridad. Mira su sabiduría. Pero sobre todo mira su relación con el Padre. Hacer la voluntad del Padre y agradarle es la comida de la cual los discípulos no sabían. Jn. 4:32. Este era el principio espiritual de su vida, era el motivo de sus acciones, la regla de su vida. Sal. 40: 8 “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley esta en medio de mi corazón.”
Ahora que sabemos a que se refiere el ser creados a su imagen. Ahora que sabemos lo mucho que el pecado ha distorsionado esa imagen en nosotros, es necesario que sepamos también, que Dios no descansara hasta que halla traído de nuevo esa imagen a nuestras vidas, porque El esta empeñado en que seamos para la alabanza de su gloria.
Este es el propósito de la redención, restaurar su imagen en nosotros. Mira estos versículos:
Ro. 8:29 Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos;
1Co 15:49 Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial
2Co 3:18 Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.
Tres cosas me llaman la atención en este capitulo de Génesis. La creación del hombre. El huerto del Edén y La institución del matrimonio en el huerto del Edén.
LA CREACION DEL HOMBRE.
A diferencia de la creación de los animales, la creación del hombre toma un lugar aparte en el propósito divino. Cuando Dios crea a los animales lo hace, por así decirlo, a distancia. El versículo 20, y 24 del capitulo uno dice: “Produzcan las aguas seres vivientes…” y “produzca la tierra seres vivientes” Con el hombre dice” “Hagamos al hombre” y en 2:7 dice “Jehová Dios formo al hombre del polvo de la tierra”
Dios podía habernos creado con su palabra desde los cielos pero el Espíritu Santo nos quiere mostrar la cercanía de Dios en nuestra creación. Creo que por lo menos hay tres razones por las que Dios pone tal atención en nuestra creación.
CRISTO, EL DIOS HOMBRE
La primea es que en vistas a nuestra redención El mismo se encarnaría. Esto es, tomaría el mismo cuerpo que estaba formando con sus manos. Leer Heb. 2:9-18 especialmente el Verso 14; “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participo de lo mismo…” Y en otro lugar dice…Heb.10:5… “Me preparaste cuerpo” Puedo ver a Dios formando delicadamente con sus manos el cuerpo humano que cuatro mil años mas tarde tomaría para ofrecerlo en holocausto. Juan lo dice así: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”…”Y aquel Verbo fue hecho carne… Todas loas cosas por el fueron hechas, y sin el nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En el estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres…Aquella luz verdadera que alumbra a todo hombre, venia a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por el fue hecho…”
Lo vimos en el capitulo uno de Génesis, El es el Verbo que sale de Dios, es la Luz y ahora en el capitulo dos es el que esta formando al hombre con sus propias manos y de esta simiente de hombre viene El por María para redimirnos.
Cuan grande es el amor de Dios que por nosotros toma cuerpo humano y en ese cuerpo existirá por la eternidad. Así le veremos en el cielo, con un cuerpo como el nuestro a excepción de las marcas en las manos, los pies y el costado.
EL HOMBRE, CASA DE DIOS
El cuerpo humano es el lugar de su habitación en la tierra. Dice Esteban: “…el Altísimo no habita en templos hechos de manos, y mas tarde Pablo añade; ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1Co. 3:16. Así que Dios al formar al hombre lo que esta haciendo literalmente es edificando su templo. Este templo que vino a destruir el enemigo por medio del pecado.
Pero Dios que es rico en misericordia viene nuevamente en la Nueva Creación y comienza con la restauración. Por decirlo así, para crearnos, Dios tuvo que mancarse las manos de barro dándonos a entender que en nuestra restauración también se iba a manchar con el barro de nuestros pecados, de tal manera que dice luego mas tarde: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en el. 2Co. 5:21.
Al final de Apocalipsis, cuando todo el trama humano de la redención ha terminado. Cuando Dios finalmente haya terminado con muestra restauración, podremos oír esa gloriosa declaración: “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres…” Ap. 21:3
EL HOMBRE, IMAGEN Y GLORIA DE DIOS.
“Y creo Dios al hombre a su imagen…
Podríamos entrar en teología y rompernos los sesos tratando de entender estas palabras, “creados a su imagen.” ¿Que tenia Dios en su mente cuando dijo estas palabras?
No voy a dar una respuesta teológica, no voy a ir a griego y el hebreo. Es más sencillo miremos un cuadro, miremos a una realidad viva. Heb. 1:3 dice así hablando de Jesús: “…el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia…” Jesús de Nazaret es el hombre a la imagen y semejanza de Dios. Míralo en los evangelios. Mira su carácter, mira su compasión y misericordia. Mira su poder y su autoridad. Mira su sabiduría. Pero sobre todo mira su relación con el Padre. Hacer la voluntad del Padre y agradarle es la comida de la cual los discípulos no sabían. Jn. 4:32. Este era el principio espiritual de su vida, era el motivo de sus acciones, la regla de su vida. Sal. 40: 8 “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley esta en medio de mi corazón.”
Ahora que sabemos a que se refiere el ser creados a su imagen. Ahora que sabemos lo mucho que el pecado ha distorsionado esa imagen en nosotros, es necesario que sepamos también, que Dios no descansara hasta que halla traído de nuevo esa imagen a nuestras vidas, porque El esta empeñado en que seamos para la alabanza de su gloria.
Este es el propósito de la redención, restaurar su imagen en nosotros. Mira estos versículos:
Ro. 8:29 Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos;
1Co 15:49 Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial
2Co 3:18 Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.
Es el Espíritu que nos trae la imagen de Dios, al igual que fue el Soplo divino sobre Adán que trajo la imagen Divina. También en la Nueva Creación Jesús sopla sobre sus discípulos al igual que lo hizo sobre Adán. Jn. 20:22. Pablo dice que “el postrer Adán es espíritu vivificante. Cristo es Espíritu que da vida a la Nueva Creación. La Nueva Creación vive por su Espíritu. Ahí el conflicto en la vida de muchos cristianos. Hemos nacido del Espíritu pero no sabemos vivir por el Espíritu. No hemos comprendido plenamente lo que Pablo dice a los Colosenses. Col. 3:4 “Cristo vuestra vida” La vida cristiana solo la puede vivir Cristo, porque no es una vida natural, es una vida celestial, divina. Esto es el significado de “recibir vida eterna” El conflicto nos viene cuando tratamos de vivir esta vida con nuestro esfuerzo. El hombre natural no percibe las cosas de Dios. Solo hay una manera de vivir cotidianamente la vida cristiana y es por la fe y confiados en el Espíritu.
***Señor ¿Quien soy yo para que me consideres? como los cielos son más altos que la tierra, así tus caminos son más altos que nuestros caminos, y tus pensamientos más que nuestros pensamientos. Cuando he pecado contra ti y he insultado tu imagen, ¿Por que no has destruido este pedazo de barro? Pero veo que en tu amor y misericordia te has engrandecido más que los cielos y has tapado la boca de tus enemigos.
Así como aquel barro que tomaste para formar a Adán estaba quieto y dócil en tus manos, así quiero estar en las manos de tu Espíritu. Entiendo ahora que todas las cosas son para bien en mi vida y que puedo darte gracias en todo.
Hoy te pido que me des un corazón en medio del cual este tu ley y que hacer tu voluntad sea mi agrado y deleite.