LA TENTACIÓN (CONTINUACIÓN)
Continuando con la tentación de Adán y Eva quiero ver ¿Qué mas principios espirituales se pueden aprender en cuanto a ser tentados? y que el Señor puede revelar para provecho?
Cuando el tentador vio que el corazón de Eva comenzaba a dudar, cuando la fe zozobraba. Entonces contradiciendo lo que Dios les había dicho, le comenzó a demostrar las virtudes y beneficios de aquel fruto prohibido. Le quiso convencer que este árbol era una mejor alternativa a lo que Dios les ofrecía, que es el árbol de la Vida.
Esto es exactamente lo que la Serpiente le propuso: “No moriréis, sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”
Ahora bien, mi pregunta es esta. ¿Era totalmente falsa la propuesta de la serpiente o Eva vio algo de verdad y por ello fue engañada?
Cuatro cosas son las que la serpiente le propone. 1. No moriréis. 2. Serán abiertos vuestros ojos. 3. Seréis como Dios. 4. Conoceréis el bien y el mal.
El enemigo no estaba proponiendo algo totalmente erróneo y disparatado. Algo de verdad había en la propuesta del diablo, es por ello que Eva pudo ser engañada. Vallamos por partes pero antes una nota de advertencia. Cuando tenemos una verdad a medias es tan peligroso como cuando a la verdad se le añade. Ambas cosas son un error. Pablo fue más severo con los Gálatas que con los Corintios. En Corinto había pecado que ni aun se nombraba entre los gentiles, esto es, incesto. En galacia no había pecado de tal índole o incluso algún pecado que Pablo nombrara, sin embargo se le había añadido algo más al Evangelio de la pura gracia de Cristo. Los gálatas estaban siendo desviados de la verdad porque les estaban ensenando que además del evangelio era necesario que se circuncidaran y guardaran la ley. Esto es, Cristo mas ley, Cristo mas obras de la ley como requerimiento de salvación y santidad, o perfección. Pablo ataja esto de una manera tan rotunda que dice; si le añadís algo mas a Cristo caéis de la gracia y de Cristo os desligáis.
Así que cuidado con añadir a la gracia o el mensaje puro de Cristo. Cuidado con añadir condiciones, tradiciones u obras muertas.
Bueno continuamos con la astucia con la cual Eva fue persuadida. La serpiente le dijo:
1/ No moriréis. ¿Verdad o mentira? Verdad a medias. Físicamente no murieron inmediatamente o repentinamente, de hecho que vivieron casi mil años. Pero entró el proceso de corrupción que eventualmente les llevo a la muerte. La muerte comenzó a operar en ellos secretamente. Cada vez que pecamos inmediatamente la muerte comienza a operar en nosotros. Esta es la ecuación; “vivos al pecado, muertos a Dios. Vivos a Dios, muertos al pecado.
2/ Serán abiertos vuestros ojos. ¿Verdad o mentira? Verdad a medias. Sus ojos fueron abiertos porque vieron su desnudez. Esto es, sus ojos fueron abiertos a sí mismos. Antes eran consientes de Dios, ahora fueron consientes de ellos mismos. Pasaron de ser teo-conscientes a auto-conscientes. Dicho de otra manera, pasaron del estado de teocentricos a homocentricos. Gran problema del cristiano y de la iglesia actual. Mucha de la enseñanza y predicación actual tiene como centro al hombre y la realización de sí mismo. Toda predicación bíblica ha de ser Cristo céntrica. Para que nuestra fe este firme debamos concentrarnos en Cristo y su obra consumada en lugar de mirarnos a nosotros mismo, juzgarnos o incluso sicoanalizarnos como muchos están haciendo al dejar que la sicología moderna entre en la iglesia con apariencia de ser bíblica. Esto es un lobo disfrazado con piel de oveja. La Palabra dice “en tu luz veremos la luz” Sal. 36:9. (Este es un tema importantísimo que debería de ser estudiado)
3/..Seréis como Dios. ¿Verdad o mentira? Verdad en parte. Es verdad porque este era el plan de Dios para ellos y toda la humanidad. Ser como Dios. No en su esencia y atributos, sino en semejanza y carácter. Es en esto que consiste la redención, en traernos de vuelta a ser como Dios en Jesucristo Ro. 8;29. “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo…” Este versículo es el foco y la medula de la redención. Ser hechos a la imagen de Cristo. Para esto murió Cristo. Muchos cristianos creen que Dios solo está interesado en perdonar los pecados y llevarnos al cielo. No, mil veces NO. Salvación es ser hechos a Su imagen participando de Su naturaleza. Este proceso de transformación ya lo ha comenzado por el Espíritu Santo en nosotros y se llama santificación. (Ver. 2Co. 3:18; 1C0. 15:49; Ef. 4:24; 1Jn. 3:2; Co. 3:10, etc).
Al diablo le gusta tender una trampa a los cristianos que es muy común. Esto es, vendrá ofreciéndonos algo que Dios en su gracia ya nos ha dado. Cuando caemos en esta trampa perderemos el tiempo miserablemente tratando de alcanzar por medio de las obras lo que ya en gracia Dios nos ofrece. A muchos es la salvación a otros la santidad. Etc.
4/…conociendo el bien y el mal. ¿Verdad o mentira? También es una verdad a medias. Conocer el bien y el mal. Este era el propósito divino que conozcamos el bien y el mal como él. Esto es, no de una manera experimental, sino intuitiva, por medio del Espíritu Santo guiándonos a toda la verdad. Como dice Juan: “Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de El permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis en El. 1Jn 2:27.
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Concluyendo. ¿Cómo viene el tentador a los cristianos y que es lo que busca?.
Rara vez vendrá con una tentación abierta y totalmente opuesta a la voluntad o palabra de Dios. Vendrá poniendo en duda la palabra de Dios o quizá no en duda pero que se puede cuestionar o no es tan autoritaria como parece. Vendrá también poniendo desconfianza de Su persona. Tratará de hacernos creer que Dios no quiere todo nuestro bien. Que nosotros también podemos procurarnos el bien para nosotros mismos sin necesidad de estar totalmente sujetos a Dios.
Algo que es muy difícil para todos los hombres incluso los cristianos es rendirse totalmente a Dios. Nos es difícil creer que solo Dios satisface. Que Cristo es suficiente. Que Dios es nuestra porción. Sin embargo esto es redención y a lo que Dios nos está llevando. “…para que Dios sea todo en todos” 1Co. 15:28. Y Co. 3:11.
Por ultimo vendrá procurando que seamos atraídos fuera de la posición espiritual en la que Dios nos ha puesto haciéndonos conscientes de nosotros mismos en lugar de Cristo. Dios puso a Adán y a Eva en el paraíso de Dios. Ya mencioné en artículos anteriores que Edén es un tipo de Cristo. Edén era el lugar de sustento, comunión, protección y servicio para Adán y Eva. Lo mismo es Cristo para el creyente.
Dios nos ha puesto en Cristo. 1Co. 1:30. “Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención.” Cristo es nuestra posición espiritual donde debemos estar firmes. Como dice Pablo; “arraigados y sobreedificados en él y confirmados en la fe…” Co. 2:7. En El soy aceptado. En El soy justificado, en Él santificado, en Él victorioso, en El amado. En El glorificado, heredero, etc. Fuera de Él, NADA, CERO, PERDIDO, fuera de Dios ajeno a la vida de Dios.
Y Puestos los ojos... Arraigados y cimentados...
OBSERVACIONES PRACTICAS PARA NO CAER EN LA TENTACIÓN
El apóstol Pablo nos recuerda por el Espíritu que todas estas cosas fueron escritas.....
1/ Mi primera pregunta es. ¿Qué hacia Eva sola en las proximidades de este árbol?. No estoy culpando a Eva por ir sola, ni a Adán por no estar acompañándola. Digo esto porque cuerda doble no se rompe fácilmente......La comunión de los hermanos es importante cuando podemos recibir con mansedumbre la exhortación los unos de los otros. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros con toda sabiduría...” Col. 3:16.
2/ ¿Por qué entró en argumentos con el diablo? La serpiente es astuta más que todos los animales del campo. Nosotros no tenemos ni el poder ni la astucia ni la experiencia para enfrentarnos con el tentador. El Señor nos ha ensenado que oremos así: “No nos metas en tentación mas líbranos del maligno”. Nuestra responsabilidad es vestirnos con toda la armadura de Dios que Cristo ha provisto y estar en guardia de nuestros pensamientos. Por eso dice; orad y velad. Poniendo todo pensamiento en cautiverios a la obediencia de Cristo. 2Co. 10:5.
3/ Hay un dicho popular que dice así El diablo llena las mano ociosas. No podemos resistir al pecado luchando contra el pecado. No podemos evitar la tentación. No podemos mantener la mente y los ojos en un vacio porque no vivimos en una burbuja de santidad. El mundo, la carne y el diablo son reales y continuamente nos acechan y asaltan en cualquier momento o descuido. Pero en lo que ha nosotros respecta si podemos estar llenos del Espíritu hablando entre nosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales. Ef. 5:18,19. Si podemos estar ocupados del Espíritu pensando en las cosas del Espíritu y no en las cosas de la carne. Ro. 8:5,6. Si podemos pensar en todo lo bueno, lo puro lo amable, etc. Fil. 4:8.
4/ Por ultimo es nuestra fe y confianza que el Señor nos guarda en todo momento si nos hemos confiado totalmente a Él. Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti se ha confiado. Isa. 26:3. En una cosa me regocijo y es mi completo descanso y esta es que yo no soy mi salvador y que mi salvación viene de Él y está en Él.
No se dormirá el que guarda a Israel, Salmo 121..... El apóstol dice que somos guardados por el poder de su palabra. Y también Judas dice; “…a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo Jud. 1. Que preciosa expresión. Puedes pensar un lugar más seguro donde guardar una vida. ¿Qué es lo más precioso que tienes en esta vida? ¿Dónde lo guardarías para que nadie, ni el mismo diablo lo toque? Estoy seguro que es en Cristo. Pues ahí es donde estamos guardados hasta el día de Su manifestación. Y Judas mismo termina su epístola diciendo, “…y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia ahora y por todos los siglos. Amén.” Jud. 24,25.
SEÑOR después de haber meditado en la tentación al primer Adán no puedo dejar de pensar en ti que eres el postrer Adán que en mi lugar venciste a la Serpiente para siempre. No solo le venciste, sino que tu palabra me dice que despojando a los principados y potestades los exhibiste públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Col. 2:15. Gracias mi alma descansa confiadamente en ti. Tú eres mi SABATH y mi SHALOM.
viernes, 29 de octubre de 2010
domingo, 10 de octubre de 2010
LA TENTACIÓN
Señor tú me has mostrado que yo estaba en Adán cuando fue tentado, él es el representante de toda la raza humana, él es mi padre en la carne. Me has mostrado que me identifique personalmente con él en su tentación y caída para muerte. Ro. 5:12, 1Co.15; 22 Así como también me has mostrado que me identifique con el Último Adán (Cristo) en su victoria y exaltación para vida. Ro. 5:18.
Señor, me identifico porque yo también he sido tentado en inocencia y te he fallado y aún más, porque he sido tentado como Nueva creatura y también te he sido infiel. Sí, Señor, soy como Adán y peor que Adán.
Una mirada a la tentación en si
Satanás se propuso subir al trono de Dios en el cielo y fue echado fuera (Isa. 14:12-15; Ez. 28:13-17). Pero aun había otro trono de Dios que podía conquistar y sentarse en el. El trono de Dios en el corazón del hombre. Este trono lo conquisto en Edén y el hombre le ha venido adorando por siglos. Él esta detrás de las imágenes falsas, detrás del poder y la fama, detrás de todo ídolo de carne. Él está detrás del dinero y detrás de la altivez del conocimiento y sabiduría que proviene del hombre. Jesús le llama “el príncipe de este mundo” (Jn. 12:31; 14:30; 16:11) que busca ser adorado y le entrega su gloria de este mundo a quien le adora. Mat.4:8,9.
SEÑOR perdona cada vez que me he inclinado delante de ese usurpador.
¿Cómo podía Satanás conquistar este trono de Dios en el corazón del hombre? Quizás seduciéndole de la misma manera en que él mismo fue seducido de ser igual a Dios o ser su propio Dios. De vivir su vida por sí mismo y para sí mismo. (Oswald Chambers dice que pecado es “My claim to my right to myself” que traducido sería; mi reclamo a mi derecho a mi mismo). Esto era lo que Satanás estaba proponiendo a Eva por medio de la desobediencia a Dios y comiendo de ese árbol que la iba a independizar de Dios.
El proceso de la tentación.
Lo primero que el diablo quiso hacer fue sembrar duda en corazón de Eva con respecto al mandamiento de Dios. Dijo; “¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” Este es el primer dardo que el enemigo nos lanza siempre. ¿Has oído bien la palabra de Dios? ¿Estás seguro que es eso exactamente lo que Él ha dicho? Jesús experimento lo mismo en el desierto después que se oyera la voz del cielo; “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” inmediatamente el tentador le dijo; “Si eres el hijo de Dios” En otras palabras: ¿Has oído claramente la voz del cielo? Si es así, demuéstralo convirtiendo estas piedras en pan. Cuantos pastores y ministros de la palabra han pasado por estas aguas después que recibieron su llamado al ministerio vino el tentador diciéndoles. ¿Estás seguro que has oído el llamado de Dios? Si es verdad tendrás que demostrarlo con señales o con éxito en tu ministerio.
También todo cristiano se enfrenta continuamente a esta tentación cuando hemos estado en la presencia del Señor y hemos oído claramente su voz en nuestro espíritu. Incluso cuando el Espíritu nos ha iluminado una porción de la Palabra. Inmediatamente viene el enemigo a robarnos la palabra divina tratando de convencernos que no hemos escuchado bien. Cada vez que hemos sido exhortados por el espíritu en nuestra lectura de la palabra ha venido el tentador poniendo diferentes argumentos en nuestro corazón con otros versículos o explicaciones para que no obedezcamos literalmente o al menos que obedezcamos parcialmente. En realidad el tentador no está interesado en nosotros mismos, sino que viene a probar o tentar la Palabra de Dios en nosotros. Todo lo que oímos en el monte de Dios tendrá que ser probado en el valle del diablo.
La Biblia de Adán y Eva solo tenía dos versículos.
La respuesta de Eva no fue tan clara y contundente como lo fue la del Señor en el desierto. La Biblia de Eva solo tenía dos versículos. No estaba llena de mandamientos complicados y difíciles de entender. No hacía falta ir al seminario tres o cuatro años, ni habían diferentes escuelas de interpretación bíblica, y aún así no pudo memorizar el segundo versículo de su Biblia. Dos aspectos del mandamiento de Dios no estaban claros en Eva.
Primero Dios le había dicho; …”mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”
Eva le añadió a la palabra de Dios diciendo “ni le tocaréis” Ella fue más lejos del mandamiento, me recuerda a los fariseos con sus tradiciones y queriendo llevar los mandamientos a tal extremos que se olvidaron de la misericordia y siempre se confrontaron con Jesús por no guardar el sábado o no lavarse las manos. Muchos cristianos han caído en este error dando atención exagerada a la manera de vestirse, peinarse, etc. Poniendo énfasis en la letra del mandamiento y olvidándose del espíritu del mandamiento. Siempre juzgando lo externo y condenando a los que viven con la “libertad con que Cristo nos hizo libres”
Al haber añadido Eva estas palabras al simple mandamiento de Dios me da a entender que posiblemente su concepto de Dios no era muy claro. Quiero decir con esto que Dios parecía ser más severo para ella de lo que realmente era. Dios dijo; no comas. Ella entendió, No comas ni siquiera lo toques. Me recuerda aquel que vino al Señor con su talento y le dijo; “Te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste” Mat. 25.24. Este hombre de la parábola enterró su talento porque tenía miedo de perderlo al considerar que Dios es duro y difícil de complacer.
Nuestro concepto de Dios determinará la manera de nuestra vida cristiana. Determinará nuestro servicio, nuestra comunión con él. Determinará nuestra vida de oración, nuestro gozo y nuestra alabanza. Determinará nuestro testimonio a los demás y el evangelio que predicamos. Determinará cómo vemos a los hermanos y cómo vemos al mundo. Si nuestro concepto es severo, nuestro juicio a los demás será severo y falto de la gracia de Dios. Nuestra oración será formal y nuestra comunión intima son Cristo será casi nula.
Es por eso que el hijo de Dios vino al mundo para que pudiéramos ver a Dios en persona amando a una adultera y tocando a un leproso. Bendiciendo a un niño y hablando de noche con un doctor de la ley. Comiendo con publicanos y pecadores al mismo tiempo que reprende a los hipócritas. Ese es Dios. El que me ha visto a mi ha visto al Padre.
Gloria a Dios por la Encarnación. “Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como la del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… A Dios nadie la ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del padre, él le ha dado a conocer.” Jn. 1:14,18.
¿Un mandamiento o una admonición?
Dios dijo; “…porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” Eva le dijo a la serpiente; “…no comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis”
El mandamiento del Señor fue enfático y seguro, “ciertamente moriréis” la interpretación de Eva no es tan enfática. Mas que un mandamiento parece una admonición, un buen consejo, una advertencia.
No es lo mismo decirle a alguien: “Si sigues por ese camino te caerás al abismo” que decirle; “No sigas por ese camino, para que no te caigas al abismo” En la primera frase hay urgencia hay premura. En la según frase parsimonia, moderación. Parece que cabe la posibilidad de que no sea exactamente como Dios dice. (Que importante es que la predicación del evangelio sea con urgencia y claridad)
Estoy seguro que cuando el tentador escuchó la respuesta de Eva sabia que ya le había ganado el corazón, solo le faltaba el último empujoncito para pasar a la acción. Es por esto que el siguiente dardo fue una total y descarada contradicción a la palabra de Dios. El diablo ya no se fue con rodeos, porque sabía que le había ganado el corazón. Así que le dijo a bocajarro; “no moriréis”
(Continuará)
SEÑOR, cuando Eva estaba siendo tentada tú eras testigo silencioso, al igual que ahora lo eres en cada asesinato, cada tortura, cada violación, cada abuso infantil. Tú estás ahí silencioso dolorido recibiendo el daño y el dolor, porque no hay nada que le hagan a hombre alguno que no te lo estén haciendo a ti y contra ti. Tú llevaste el pecado de todo el mundo, el daño y el dolor de todo el mundo. Tú restauraras todo lo robado, todo lo violado, todo lo defraudado. Tú reconciliaras todo a ti mismo por Cristo. Col.1:20. Señor tu restauras mi alma. Sal. 23:3
Señor tú me has mostrado que yo estaba en Adán cuando fue tentado, él es el representante de toda la raza humana, él es mi padre en la carne. Me has mostrado que me identifique personalmente con él en su tentación y caída para muerte. Ro. 5:12, 1Co.15; 22 Así como también me has mostrado que me identifique con el Último Adán (Cristo) en su victoria y exaltación para vida. Ro. 5:18.
Señor, me identifico porque yo también he sido tentado en inocencia y te he fallado y aún más, porque he sido tentado como Nueva creatura y también te he sido infiel. Sí, Señor, soy como Adán y peor que Adán.
Una mirada a la tentación en si
Satanás se propuso subir al trono de Dios en el cielo y fue echado fuera (Isa. 14:12-15; Ez. 28:13-17). Pero aun había otro trono de Dios que podía conquistar y sentarse en el. El trono de Dios en el corazón del hombre. Este trono lo conquisto en Edén y el hombre le ha venido adorando por siglos. Él esta detrás de las imágenes falsas, detrás del poder y la fama, detrás de todo ídolo de carne. Él está detrás del dinero y detrás de la altivez del conocimiento y sabiduría que proviene del hombre. Jesús le llama “el príncipe de este mundo” (Jn. 12:31; 14:30; 16:11) que busca ser adorado y le entrega su gloria de este mundo a quien le adora. Mat.4:8,9.
SEÑOR perdona cada vez que me he inclinado delante de ese usurpador.
¿Cómo podía Satanás conquistar este trono de Dios en el corazón del hombre? Quizás seduciéndole de la misma manera en que él mismo fue seducido de ser igual a Dios o ser su propio Dios. De vivir su vida por sí mismo y para sí mismo. (Oswald Chambers dice que pecado es “My claim to my right to myself” que traducido sería; mi reclamo a mi derecho a mi mismo). Esto era lo que Satanás estaba proponiendo a Eva por medio de la desobediencia a Dios y comiendo de ese árbol que la iba a independizar de Dios.
El proceso de la tentación.
Lo primero que el diablo quiso hacer fue sembrar duda en corazón de Eva con respecto al mandamiento de Dios. Dijo; “¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” Este es el primer dardo que el enemigo nos lanza siempre. ¿Has oído bien la palabra de Dios? ¿Estás seguro que es eso exactamente lo que Él ha dicho? Jesús experimento lo mismo en el desierto después que se oyera la voz del cielo; “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” inmediatamente el tentador le dijo; “Si eres el hijo de Dios” En otras palabras: ¿Has oído claramente la voz del cielo? Si es así, demuéstralo convirtiendo estas piedras en pan. Cuantos pastores y ministros de la palabra han pasado por estas aguas después que recibieron su llamado al ministerio vino el tentador diciéndoles. ¿Estás seguro que has oído el llamado de Dios? Si es verdad tendrás que demostrarlo con señales o con éxito en tu ministerio.
También todo cristiano se enfrenta continuamente a esta tentación cuando hemos estado en la presencia del Señor y hemos oído claramente su voz en nuestro espíritu. Incluso cuando el Espíritu nos ha iluminado una porción de la Palabra. Inmediatamente viene el enemigo a robarnos la palabra divina tratando de convencernos que no hemos escuchado bien. Cada vez que hemos sido exhortados por el espíritu en nuestra lectura de la palabra ha venido el tentador poniendo diferentes argumentos en nuestro corazón con otros versículos o explicaciones para que no obedezcamos literalmente o al menos que obedezcamos parcialmente. En realidad el tentador no está interesado en nosotros mismos, sino que viene a probar o tentar la Palabra de Dios en nosotros. Todo lo que oímos en el monte de Dios tendrá que ser probado en el valle del diablo.
La Biblia de Adán y Eva solo tenía dos versículos.
La respuesta de Eva no fue tan clara y contundente como lo fue la del Señor en el desierto. La Biblia de Eva solo tenía dos versículos. No estaba llena de mandamientos complicados y difíciles de entender. No hacía falta ir al seminario tres o cuatro años, ni habían diferentes escuelas de interpretación bíblica, y aún así no pudo memorizar el segundo versículo de su Biblia. Dos aspectos del mandamiento de Dios no estaban claros en Eva.
Primero Dios le había dicho; …”mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”
Eva le añadió a la palabra de Dios diciendo “ni le tocaréis” Ella fue más lejos del mandamiento, me recuerda a los fariseos con sus tradiciones y queriendo llevar los mandamientos a tal extremos que se olvidaron de la misericordia y siempre se confrontaron con Jesús por no guardar el sábado o no lavarse las manos. Muchos cristianos han caído en este error dando atención exagerada a la manera de vestirse, peinarse, etc. Poniendo énfasis en la letra del mandamiento y olvidándose del espíritu del mandamiento. Siempre juzgando lo externo y condenando a los que viven con la “libertad con que Cristo nos hizo libres”
Al haber añadido Eva estas palabras al simple mandamiento de Dios me da a entender que posiblemente su concepto de Dios no era muy claro. Quiero decir con esto que Dios parecía ser más severo para ella de lo que realmente era. Dios dijo; no comas. Ella entendió, No comas ni siquiera lo toques. Me recuerda aquel que vino al Señor con su talento y le dijo; “Te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste” Mat. 25.24. Este hombre de la parábola enterró su talento porque tenía miedo de perderlo al considerar que Dios es duro y difícil de complacer.
Nuestro concepto de Dios determinará la manera de nuestra vida cristiana. Determinará nuestro servicio, nuestra comunión con él. Determinará nuestra vida de oración, nuestro gozo y nuestra alabanza. Determinará nuestro testimonio a los demás y el evangelio que predicamos. Determinará cómo vemos a los hermanos y cómo vemos al mundo. Si nuestro concepto es severo, nuestro juicio a los demás será severo y falto de la gracia de Dios. Nuestra oración será formal y nuestra comunión intima son Cristo será casi nula.
Es por eso que el hijo de Dios vino al mundo para que pudiéramos ver a Dios en persona amando a una adultera y tocando a un leproso. Bendiciendo a un niño y hablando de noche con un doctor de la ley. Comiendo con publicanos y pecadores al mismo tiempo que reprende a los hipócritas. Ese es Dios. El que me ha visto a mi ha visto al Padre.
Gloria a Dios por la Encarnación. “Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como la del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… A Dios nadie la ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del padre, él le ha dado a conocer.” Jn. 1:14,18.
¿Un mandamiento o una admonición?
Dios dijo; “…porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” Eva le dijo a la serpiente; “…no comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis”
El mandamiento del Señor fue enfático y seguro, “ciertamente moriréis” la interpretación de Eva no es tan enfática. Mas que un mandamiento parece una admonición, un buen consejo, una advertencia.
No es lo mismo decirle a alguien: “Si sigues por ese camino te caerás al abismo” que decirle; “No sigas por ese camino, para que no te caigas al abismo” En la primera frase hay urgencia hay premura. En la según frase parsimonia, moderación. Parece que cabe la posibilidad de que no sea exactamente como Dios dice. (Que importante es que la predicación del evangelio sea con urgencia y claridad)
Estoy seguro que cuando el tentador escuchó la respuesta de Eva sabia que ya le había ganado el corazón, solo le faltaba el último empujoncito para pasar a la acción. Es por esto que el siguiente dardo fue una total y descarada contradicción a la palabra de Dios. El diablo ya no se fue con rodeos, porque sabía que le había ganado el corazón. Así que le dijo a bocajarro; “no moriréis”
(Continuará)
SEÑOR, cuando Eva estaba siendo tentada tú eras testigo silencioso, al igual que ahora lo eres en cada asesinato, cada tortura, cada violación, cada abuso infantil. Tú estás ahí silencioso dolorido recibiendo el daño y el dolor, porque no hay nada que le hagan a hombre alguno que no te lo estén haciendo a ti y contra ti. Tú llevaste el pecado de todo el mundo, el daño y el dolor de todo el mundo. Tú restauraras todo lo robado, todo lo violado, todo lo defraudado. Tú reconciliaras todo a ti mismo por Cristo. Col.1:20. Señor tu restauras mi alma. Sal. 23:3
lunes, 4 de octubre de 2010
¿ERA ESTE ÁRBOL ALGO SOLO HISTORICO O ES TAMBIÉN PRESENTE?
No solo fue histórico y real en la vida de Adán y Eva sino que es algo presente para todos los hombres.
Ya hemos visto que el árbol de la vida era un tipo de Jesucristo y su fruto es la vida de Dios en el hombre. Cuando Jesucristo vino fue plantado, al igual que un árbol, en un madero para que todos lo vieran y vinieran a él buscando vida eterna. La vida que proviene de Dios. Porque creer es recibir a Cristo, o la vida de Dios en uno mismo. Por ello Juan dice que a los que creen les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales son engendrados de Dios. Jn. 1:13. . El que no cree ha rechazado la Vida de Dios y por lo tanto a caído en si mismo. Ha caído en sus propios recursos, en su propia vida.
Nadie tiene escusa. Nadie puede juzgar a Adán por haber comido del árbol del bien y del mal. Dios, en su amor a la humanidad, nos ha enviado nuevamente el Árbol de la vida en su Hijo Jesucristo para que todos vengan a Él y comamos gratuitamente. Por esto, cuando vino a nosotros dijo: “Yo soy la Vid verdadera el que permanece en mí….”
El hombre no solo ha comido de este árbol y sigue comiendo, sino que se deleita en él, lo adora, está orgulloso de todo lo que ha alcanzado sin necesidad de Dios. Pero los que tenemos entendimiento nos damos cuenta de que el gobierno del hombre en la tierra solo ha traído guerras, pobreza, injusticia y la destrucción del medio ambiente.
Cada imperio que se ha levantado desde la Torre de Babel hasta los imperios presentes, el capitalismo, el comunismo o el humanismo, todo imperio ha sido el intento del hombre de traer un gobierno justo por medio de su sabiduría y prescindiendo Dios. Esto es el culto al hombre.
Pero los que hemos creído sabemos que Babilonia será destruida y muchos lloraran pero los santos se regocijaran porque entonces vendrá el Reino de Dios y su Rey justo que reinará en justicia y verdad. Mientras tanto nuestro mandato es orar: “venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo” Y no solamente orar para que su reino venga sino también vivirlo y exteriorizarlo como luz y testimonio porque su reino ya está en nosotros.
PUEDE UN CRISTIANO AUN COMER DE ESTE ARBOL
Lamentablemente que si, pero no en la misma manera que una persona que aun no ha recibido a Jesucristo como su vida, o su salvador. Porque aunque tenemos la vida de Dios en nosotros, aun no se ha manifestado lo que tenemos que ser. Somos como Rebeca que dentro de ella, en sus entrañas, llevaba dos reinos que luchaban entre si, y ella estaba en agonía. Esto es figura de lo que mas tarde Pablo nos explicaría en Romanos 7 sobre la lucha de la carne y el Espíritu en las entrañas del cristiano.
También el profeta Jeremías anuncia este principio espiritual refiriéndose al pueblo de Dios cuando dice. “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no detienen aguas.” Jer. 2:13.
Los cristianos hemos recibido a Cristo para que sea nuestra vida, y se supone que todos deberíamos vivir con la vida de Dios y así manifestar a Dios. Ahora bien, ha pesar de haber recibido esta vida de Dios por medio del Espíritu Santo, aun tenemos nuestra propia vida o la vida natural que recibimos de Adán y que es independiente de Dios. Pablo lo llama de diferentes maneras, a saber; la vida natural, la vida de la carne, el viejo hombre, ser niños, etc. En contraposición a esto esta la vida de Cristo en mi, la vida del Espíritu, el nuevo hombre, etc. Todos estos términos expresan la misma idea espiritual.
Cuando Adán comió del árbol, por así decirlo, cambio su DNA espiritual y produjo hijos o una descendencia que había sido envenenada por la serpiente cuyu deseo era ser igual a Dios y sentarse en el trono de Dios. Por ello Dios tuvo que enviar un segundo Adán (Cristo) que por medio de la resurrección engendrara hijos espirituales. (Ver 1Co. 15:) esto es la nueva creación. Hijos engendrados para hacer la voluntad de Dios con un corazón que desea complacer al Padre.
Pablo en Romanos 6,7, y 8 nos habla de lo que es el hombre carnal, natural y el hombre espiritual. Poniéndole sencillamente el hombre carnal es aquel que vive su vida confiando en su propia habilidad de obedecer a Dios y su ley. Es el cristiano que quiere agradar a y servir a Dios sin depender total y absolutamente en el Espíritu Santo y confiando en la carne.
Este cristiano cree que puede disciplinar su mente y corazón. Es el cristiano que siempre está haciendo promesas a Dios y siempre las esta rompiendo. El cristiano que cree que puede cumplir la ley de Dios y los diez mandamientos. Se propone orar más, leer más la Biblia, etc. Pero fracasa una y otra vez. Dios esta esperando que aprenda una lección muy importante y esta es que cristiano solo puede ser Cristo y nadie mas. Solo Jesús vivo una vida que agrado a Dios y esto lo hizo por sus propios medios. Jesús vivió por la ley y bajo la ley. El cristiano ha de saber que toda su vida ha de ser por fe y por gracia. Esto es confiando y esperando solo en Dios que por el Espíritu haga su obra en el.
Pablo nos ensena esto en Ga. 2:20. “con Cristo estoy crucificado y ya no vivo yo, sino Cristo en mi, y lo que ahora vivo lo vivo en la fe de Cristo. No ya mi fe, sino la fe de Cristo.
Así que nosotros debemos saber que por nosotros mismos no podemos sujetarnos a Dios y su ley, porque no podemos y porque no queremos. Ro.8:7. Pero la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús es la que me libra de la ley del pecado que opera en mi vieja naturaleza.
Jesús lo dijo muy claro a la Samaritana que el que adora a Dios, o sirve a Dios, u obedece a Dios ha de hacerlo en Espíritu t en verdad. Dios no recibe nada que pertenezca a nuestra naturaleza adámica, solo recibe de nosotros lo que pertenece a nuestra naturaleza de Cristo.
Lamentablemente estamos llenos de obras, pensamientos y proyectos que pertenecen a lo Adámico. No solo nosotros en nuestra vida cristiana personal, sino que nuestras iglesias están llenas de ideas, planes, proyectos, departamentos, etc. Que ha sido engendrado en la carne, son mantenidos por la carne y solo dan gloria a la carne o al hombre. Pero todo eso son trapos de inmundicia y obras de muerte.
Termino con un versículo muy interesante. Heb. 13:20,21. Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para hacer su voluntad, obrando El en nosotros lo que es agradable delante de Él mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
¿Que interesante no? Haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de el por Jesucristo.
En otras palabras Dios quería ser complacido por el hombre, pero como ningún hombre pudo hacer esto. Envió a su Hijo en la persona de Jesús para que este le obedeciera y complaciera completamente. Por esto dijo. “Este es mi hijo amado, en el tengo complacencia” Y después envió al Espíritu de su Hijo para que volviera a vivir esa misma vida en nosotros.
A Dios sea toda la gloria.
SENOR nuevamente te he visto en Génesis tres. No solo como el árbol de la vida, sino como aquel segundo Adán donde comienza una nueva raza humana engendrada por tu Espíritu y con una nueva disposición, teniendo el mismo sentir que Cristo que se vació, se humilló, se hizo siervo y fue obediente a ti hasta la muerte. Padre esto es verdadera santidad, esto anhela mi alma.
Cuando vine a ti para salvación solo veía mi pecado y con tu sangre me lavaste. Luego me mostraste al Hijo y al verlo a Él y ver mi corazón comprendí que no solo querías salvarme de mis pecados sino que viniste para salvarme de mi mismo. Mi más profundo deseo es el del salmista cuando dice: “Yo en justicia veré tu rostro: Seré saciado cuando despierte á tu semejanza.” Sal 17:15
No solo fue histórico y real en la vida de Adán y Eva sino que es algo presente para todos los hombres.
Ya hemos visto que el árbol de la vida era un tipo de Jesucristo y su fruto es la vida de Dios en el hombre. Cuando Jesucristo vino fue plantado, al igual que un árbol, en un madero para que todos lo vieran y vinieran a él buscando vida eterna. La vida que proviene de Dios. Porque creer es recibir a Cristo, o la vida de Dios en uno mismo. Por ello Juan dice que a los que creen les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales son engendrados de Dios. Jn. 1:13. . El que no cree ha rechazado la Vida de Dios y por lo tanto a caído en si mismo. Ha caído en sus propios recursos, en su propia vida.
Nadie tiene escusa. Nadie puede juzgar a Adán por haber comido del árbol del bien y del mal. Dios, en su amor a la humanidad, nos ha enviado nuevamente el Árbol de la vida en su Hijo Jesucristo para que todos vengan a Él y comamos gratuitamente. Por esto, cuando vino a nosotros dijo: “Yo soy la Vid verdadera el que permanece en mí….”
El hombre no solo ha comido de este árbol y sigue comiendo, sino que se deleita en él, lo adora, está orgulloso de todo lo que ha alcanzado sin necesidad de Dios. Pero los que tenemos entendimiento nos damos cuenta de que el gobierno del hombre en la tierra solo ha traído guerras, pobreza, injusticia y la destrucción del medio ambiente.
Cada imperio que se ha levantado desde la Torre de Babel hasta los imperios presentes, el capitalismo, el comunismo o el humanismo, todo imperio ha sido el intento del hombre de traer un gobierno justo por medio de su sabiduría y prescindiendo Dios. Esto es el culto al hombre.
Pero los que hemos creído sabemos que Babilonia será destruida y muchos lloraran pero los santos se regocijaran porque entonces vendrá el Reino de Dios y su Rey justo que reinará en justicia y verdad. Mientras tanto nuestro mandato es orar: “venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo” Y no solamente orar para que su reino venga sino también vivirlo y exteriorizarlo como luz y testimonio porque su reino ya está en nosotros.
PUEDE UN CRISTIANO AUN COMER DE ESTE ARBOL
Lamentablemente que si, pero no en la misma manera que una persona que aun no ha recibido a Jesucristo como su vida, o su salvador. Porque aunque tenemos la vida de Dios en nosotros, aun no se ha manifestado lo que tenemos que ser. Somos como Rebeca que dentro de ella, en sus entrañas, llevaba dos reinos que luchaban entre si, y ella estaba en agonía. Esto es figura de lo que mas tarde Pablo nos explicaría en Romanos 7 sobre la lucha de la carne y el Espíritu en las entrañas del cristiano.
También el profeta Jeremías anuncia este principio espiritual refiriéndose al pueblo de Dios cuando dice. “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no detienen aguas.” Jer. 2:13.
Los cristianos hemos recibido a Cristo para que sea nuestra vida, y se supone que todos deberíamos vivir con la vida de Dios y así manifestar a Dios. Ahora bien, ha pesar de haber recibido esta vida de Dios por medio del Espíritu Santo, aun tenemos nuestra propia vida o la vida natural que recibimos de Adán y que es independiente de Dios. Pablo lo llama de diferentes maneras, a saber; la vida natural, la vida de la carne, el viejo hombre, ser niños, etc. En contraposición a esto esta la vida de Cristo en mi, la vida del Espíritu, el nuevo hombre, etc. Todos estos términos expresan la misma idea espiritual.
Cuando Adán comió del árbol, por así decirlo, cambio su DNA espiritual y produjo hijos o una descendencia que había sido envenenada por la serpiente cuyu deseo era ser igual a Dios y sentarse en el trono de Dios. Por ello Dios tuvo que enviar un segundo Adán (Cristo) que por medio de la resurrección engendrara hijos espirituales. (Ver 1Co. 15:) esto es la nueva creación. Hijos engendrados para hacer la voluntad de Dios con un corazón que desea complacer al Padre.
Pablo en Romanos 6,7, y 8 nos habla de lo que es el hombre carnal, natural y el hombre espiritual. Poniéndole sencillamente el hombre carnal es aquel que vive su vida confiando en su propia habilidad de obedecer a Dios y su ley. Es el cristiano que quiere agradar a y servir a Dios sin depender total y absolutamente en el Espíritu Santo y confiando en la carne.
Este cristiano cree que puede disciplinar su mente y corazón. Es el cristiano que siempre está haciendo promesas a Dios y siempre las esta rompiendo. El cristiano que cree que puede cumplir la ley de Dios y los diez mandamientos. Se propone orar más, leer más la Biblia, etc. Pero fracasa una y otra vez. Dios esta esperando que aprenda una lección muy importante y esta es que cristiano solo puede ser Cristo y nadie mas. Solo Jesús vivo una vida que agrado a Dios y esto lo hizo por sus propios medios. Jesús vivió por la ley y bajo la ley. El cristiano ha de saber que toda su vida ha de ser por fe y por gracia. Esto es confiando y esperando solo en Dios que por el Espíritu haga su obra en el.
Pablo nos ensena esto en Ga. 2:20. “con Cristo estoy crucificado y ya no vivo yo, sino Cristo en mi, y lo que ahora vivo lo vivo en la fe de Cristo. No ya mi fe, sino la fe de Cristo.
Así que nosotros debemos saber que por nosotros mismos no podemos sujetarnos a Dios y su ley, porque no podemos y porque no queremos. Ro.8:7. Pero la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús es la que me libra de la ley del pecado que opera en mi vieja naturaleza.
Jesús lo dijo muy claro a la Samaritana que el que adora a Dios, o sirve a Dios, u obedece a Dios ha de hacerlo en Espíritu t en verdad. Dios no recibe nada que pertenezca a nuestra naturaleza adámica, solo recibe de nosotros lo que pertenece a nuestra naturaleza de Cristo.
Lamentablemente estamos llenos de obras, pensamientos y proyectos que pertenecen a lo Adámico. No solo nosotros en nuestra vida cristiana personal, sino que nuestras iglesias están llenas de ideas, planes, proyectos, departamentos, etc. Que ha sido engendrado en la carne, son mantenidos por la carne y solo dan gloria a la carne o al hombre. Pero todo eso son trapos de inmundicia y obras de muerte.
Termino con un versículo muy interesante. Heb. 13:20,21. Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para hacer su voluntad, obrando El en nosotros lo que es agradable delante de Él mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
¿Que interesante no? Haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de el por Jesucristo.
En otras palabras Dios quería ser complacido por el hombre, pero como ningún hombre pudo hacer esto. Envió a su Hijo en la persona de Jesús para que este le obedeciera y complaciera completamente. Por esto dijo. “Este es mi hijo amado, en el tengo complacencia” Y después envió al Espíritu de su Hijo para que volviera a vivir esa misma vida en nosotros.
A Dios sea toda la gloria.
SENOR nuevamente te he visto en Génesis tres. No solo como el árbol de la vida, sino como aquel segundo Adán donde comienza una nueva raza humana engendrada por tu Espíritu y con una nueva disposición, teniendo el mismo sentir que Cristo que se vació, se humilló, se hizo siervo y fue obediente a ti hasta la muerte. Padre esto es verdadera santidad, esto anhela mi alma.
Cuando vine a ti para salvación solo veía mi pecado y con tu sangre me lavaste. Luego me mostraste al Hijo y al verlo a Él y ver mi corazón comprendí que no solo querías salvarme de mis pecados sino que viniste para salvarme de mi mismo. Mi más profundo deseo es el del salmista cuando dice: “Yo en justicia veré tu rostro: Seré saciado cuando despierte á tu semejanza.” Sal 17:15
sábado, 4 de septiembre de 2010
EL ARBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL
En la meditación anterior ya vi, Señor, que el Árbol de la vida representaba o es una tipología de Cristo. Comer de este árbol, dice la Palabra, era recibir vida eterna.
Este árbol, por así decirlo, se hace presente nuevamente en Cristo Jesús y Él mismo dice; “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna;…” Jn4:54. Y Juan en su epístola dice: “Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.” 1Jn. 5:11,12. El cristiano que ha recibido la vida de Dios por medio del Espíritu Santo, puede decir que ha comido de ese árbol de la Vida y ahora tiene la vida de Dios en él por el Espíritu Santo.
Dios no había creado a Adán con Vida Eterna, sino con la posibilidad de alcanzar esta Vida en un proceso o camino de obediencia y comunión. Por ello cuando Adán pecó el Señor tuvo que expulsarlo de su paraíso y cerrar el camino al árbol de la vida “…para que no alargue su mano y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.” Gen. 3:24. Jesús también dijo; “De cierto de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” Jn. 6.53.
GRACIAS SEÑOR que mi vida está escondida contigo en Dios (Col. 3:3) y un día esta vida se manifestará totalmente en mí, porque aún no se ha manifestado lo que he de ser; pero sé que cuando tú te manifiestes, seré semejante a ti, porque te veré tal y como tú eres. (1Jn. 3:2)
Hoy, Señor, traes a mi atención al Árbol de la ciencia del bien y del mal. Estas son las preguntas que me hago: ¿Por qué era necesario? ¿Que simboliza o representa este árbol? ¿Es este árbol, algo histórico o aun esta presente con nosotros? Si es algo presente, ¿Puede un cristiano comer de el?
¿POR QUE ERA NECESARIO ESTE ÁRBOL?
Dios quería crear un ser inteligente y con voluntad propia, un ser que de su propia voluntad y deseo le amara y sirviera, por tanto era necesario que le diera la oportunidad para ejercer su inteligencia y su libertad para elegir a Dios. Era necesario que le diera otra alternativa, otro camino.
Parece una contradicción pero lo bueno que tiene el pecado para el cristiano es que le da la oportunidad de elegir la santidad. Lo bueno del mundo es que elijo el amor del Padre (1Jn. 2:15)
El propósito divino original era vivir en el hombre. No solo es el propósito original, sino que es el propósito eterno, el motivo de la creación. Dios no ha cambiado su propósito para con nosotros. Dice Pablo que después de la resurrección. Dios será todo en todos.
Dios quería que el hombre participara de este propósito de una manera voluntaria. Que tomara una decisión racional de amar a Dios y vivir en unión con El. Es por esto que le ofreció el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Pero como Dios conocía las consecuencias de una vida excluida de Él, le ofreció la alternativa en forma de prohibición: “no comerás de él porque el día que comieres, ciertamente morirás”
Dios, en lugar de haberle prohibido comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, podía haberle ordenado comer del árbol de la Vida y de una haber terminado con el problema e incluso la cruz. Pero esto no es la manera como Dios hace las cosas y aquí podemos aprender un principio espiritual importante.
Dios no busca un acto aislado de obediencia en nosotros, sino una vida continua de obediencia porque es la única manera en que Su vida puede manifestarse en nosotros. Adán y Eva tenían que aprender obediencia mientras vivían en comunión con Dios. ¿No es interesante que el mismo Jesucristo tuviera que aprende obediencia como hombre? Ver Heb. 5:8.
Muchos piensan que cristianismo es haber aceptado a Cristo un día que levantaron la mano o firmaron una tarjeta. Incluso piensan que cristianismo es haberse bautizado un día o haberse rendido con lágrimas en el altar. No, no es una decisión de un día o un acto aislado. Es una vida continua de obediencia y comunión con Cristo. Jesús dijo; “Mi comida (diaria) es que haga la voluntad del que me envió…” Jn. 4:34. Sal. 40:6-8 “Sacrificio y ofrenda de cereal no has deseado; has abierto mis oídos; holocausto y ofrenda por el pecado no has requerido. Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí; me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío; tu ley está dentro de mi corazón.”
GRACIAS SEÑOR porque tú has satisfecho el corazón del Padre en mi lugar. Lo que yo nunca podía haber alcanzado, por cuanto yo soy débil por la carne, tu lo has hecho por mí y me lo has dado como si fuera mío. Tú dices; “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado; para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él” (2Co. 5:21) Ahora mi esperanza y completa redención esta la seguridad de que por tu Espíritu y el poder que tienes para hacer todas las cosas tu vas a implantar en mi corazón la misma disposición que te llevo a la cruz.
¿QUE SIMBOLIZA ESTE ARBOL?
Si el árbol de la vida simbolizaba la vida eterna o dicho de otra manera, la vida de Dios. Es evidente que el árbol de la ciencia del bien y del mal simboliza la vida independiente de Dios. Es la vida del hombre vivida por medio de sus propios recursos y dependiente solo en si mismo y su habilidad natural.
Pablo dice así de los gentiles, los no cristianos. Ef. 4:17,19. “ajenos o excluidos de la vida de Dios” La palabra literalmente significa “no participante” de la vida de Dios. Comparar esto con 2P1:3,4. “Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina…”
Al rechazar el hombre a Dios, al mismo tiempo se eligió a sí mismo como principio y final de su propia vida. Es la vida donde “el Yo” es superlativo y central. El hombre se convierte en su propio Dios y así comienza su exaltación, adoración y servicio a sí mismo. Pero al elegir su exaltación, sin saberlo, lo que esta eligiendo es su degradación. En Romanos 1: 21ss Pablo nos explica este proceso de degradación que comienza así; “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido…”
Dios creó este mundo material para que el hombre lo gobernara. Para ello el hombre es un ser donde se junta lo material y lo espiritual. Esto es un ser capaz de relacionarse con lo material y al mismo tiempo con lo espiritual. Así que el hombre iba a ser el eslabón en el gobierno de Dios, que es espíritu, el gobierno divino de la creación. Esto aún es su plan y la redención tiene como propósito restaurarnos este gobierno.”
La manera que el hombre iba a gobernar era recibiendo en su espíritu las intuiciones divinas y poniéndolas en práctica por medio de su razón. (Dicho de paso esto es fundamental en la práctica de la vida cristiana). El hombre rechaza esta manera de gobierno en dependencia del Espíritu de Dios y toma del árbol del conocimiento del bien y del mal. Según vio Eva; “…árbol codiciable para alcanzar la sabiduría…”
Ahora esta tierra está siendo gobernada por esta sabiduría del hombre que esta manchada de toda clase de codicia, injusticia y engaño. Al mismo tiempo Dios está esperando que el hombre llegue al final de sí mismo y reconozca que “…sin Mi nada podéis hacer”
En Ro. 19-22 Pablo nos habla de los gemidos de la creación esperando a que el hombre redimido tome su gobierno, “los hijos de Dios” y el contexto nos dice que “…todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios…” Ro. 8:14.
SEÑOR te he visto en Génisis tres como el hombre que rechaza el árbol de la ciencia del bien y del mal cuando el Tentador vino a ti en el desierto ofreciéndote los reinos de este mundo y su gloria. Tú te confiaste a tu Dios y su sabiduría, no tomaste el fruto de la independencia de Dios sino que tomaste la copa que el Padre te ofreció, el camino del rechazo y la cruz, por tanto fuiste exaltado hasta lo sumo y tu nombre es sobre todo nombre. Hoy me confío a ti.
En la meditación anterior ya vi, Señor, que el Árbol de la vida representaba o es una tipología de Cristo. Comer de este árbol, dice la Palabra, era recibir vida eterna.
Este árbol, por así decirlo, se hace presente nuevamente en Cristo Jesús y Él mismo dice; “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna;…” Jn4:54. Y Juan en su epístola dice: “Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.” 1Jn. 5:11,12. El cristiano que ha recibido la vida de Dios por medio del Espíritu Santo, puede decir que ha comido de ese árbol de la Vida y ahora tiene la vida de Dios en él por el Espíritu Santo.
Dios no había creado a Adán con Vida Eterna, sino con la posibilidad de alcanzar esta Vida en un proceso o camino de obediencia y comunión. Por ello cuando Adán pecó el Señor tuvo que expulsarlo de su paraíso y cerrar el camino al árbol de la vida “…para que no alargue su mano y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.” Gen. 3:24. Jesús también dijo; “De cierto de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” Jn. 6.53.
GRACIAS SEÑOR que mi vida está escondida contigo en Dios (Col. 3:3) y un día esta vida se manifestará totalmente en mí, porque aún no se ha manifestado lo que he de ser; pero sé que cuando tú te manifiestes, seré semejante a ti, porque te veré tal y como tú eres. (1Jn. 3:2)
Hoy, Señor, traes a mi atención al Árbol de la ciencia del bien y del mal. Estas son las preguntas que me hago: ¿Por qué era necesario? ¿Que simboliza o representa este árbol? ¿Es este árbol, algo histórico o aun esta presente con nosotros? Si es algo presente, ¿Puede un cristiano comer de el?
¿POR QUE ERA NECESARIO ESTE ÁRBOL?
Dios quería crear un ser inteligente y con voluntad propia, un ser que de su propia voluntad y deseo le amara y sirviera, por tanto era necesario que le diera la oportunidad para ejercer su inteligencia y su libertad para elegir a Dios. Era necesario que le diera otra alternativa, otro camino.
Parece una contradicción pero lo bueno que tiene el pecado para el cristiano es que le da la oportunidad de elegir la santidad. Lo bueno del mundo es que elijo el amor del Padre (1Jn. 2:15)
El propósito divino original era vivir en el hombre. No solo es el propósito original, sino que es el propósito eterno, el motivo de la creación. Dios no ha cambiado su propósito para con nosotros. Dice Pablo que después de la resurrección. Dios será todo en todos.
Dios quería que el hombre participara de este propósito de una manera voluntaria. Que tomara una decisión racional de amar a Dios y vivir en unión con El. Es por esto que le ofreció el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Pero como Dios conocía las consecuencias de una vida excluida de Él, le ofreció la alternativa en forma de prohibición: “no comerás de él porque el día que comieres, ciertamente morirás”
Dios, en lugar de haberle prohibido comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, podía haberle ordenado comer del árbol de la Vida y de una haber terminado con el problema e incluso la cruz. Pero esto no es la manera como Dios hace las cosas y aquí podemos aprender un principio espiritual importante.
Dios no busca un acto aislado de obediencia en nosotros, sino una vida continua de obediencia porque es la única manera en que Su vida puede manifestarse en nosotros. Adán y Eva tenían que aprender obediencia mientras vivían en comunión con Dios. ¿No es interesante que el mismo Jesucristo tuviera que aprende obediencia como hombre? Ver Heb. 5:8.
Muchos piensan que cristianismo es haber aceptado a Cristo un día que levantaron la mano o firmaron una tarjeta. Incluso piensan que cristianismo es haberse bautizado un día o haberse rendido con lágrimas en el altar. No, no es una decisión de un día o un acto aislado. Es una vida continua de obediencia y comunión con Cristo. Jesús dijo; “Mi comida (diaria) es que haga la voluntad del que me envió…” Jn. 4:34. Sal. 40:6-8 “Sacrificio y ofrenda de cereal no has deseado; has abierto mis oídos; holocausto y ofrenda por el pecado no has requerido. Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí; me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío; tu ley está dentro de mi corazón.”
GRACIAS SEÑOR porque tú has satisfecho el corazón del Padre en mi lugar. Lo que yo nunca podía haber alcanzado, por cuanto yo soy débil por la carne, tu lo has hecho por mí y me lo has dado como si fuera mío. Tú dices; “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado; para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él” (2Co. 5:21) Ahora mi esperanza y completa redención esta la seguridad de que por tu Espíritu y el poder que tienes para hacer todas las cosas tu vas a implantar en mi corazón la misma disposición que te llevo a la cruz.
¿QUE SIMBOLIZA ESTE ARBOL?
Si el árbol de la vida simbolizaba la vida eterna o dicho de otra manera, la vida de Dios. Es evidente que el árbol de la ciencia del bien y del mal simboliza la vida independiente de Dios. Es la vida del hombre vivida por medio de sus propios recursos y dependiente solo en si mismo y su habilidad natural.
Pablo dice así de los gentiles, los no cristianos. Ef. 4:17,19. “ajenos o excluidos de la vida de Dios” La palabra literalmente significa “no participante” de la vida de Dios. Comparar esto con 2P1:3,4. “Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina…”
Al rechazar el hombre a Dios, al mismo tiempo se eligió a sí mismo como principio y final de su propia vida. Es la vida donde “el Yo” es superlativo y central. El hombre se convierte en su propio Dios y así comienza su exaltación, adoración y servicio a sí mismo. Pero al elegir su exaltación, sin saberlo, lo que esta eligiendo es su degradación. En Romanos 1: 21ss Pablo nos explica este proceso de degradación que comienza así; “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido…”
Dios creó este mundo material para que el hombre lo gobernara. Para ello el hombre es un ser donde se junta lo material y lo espiritual. Esto es un ser capaz de relacionarse con lo material y al mismo tiempo con lo espiritual. Así que el hombre iba a ser el eslabón en el gobierno de Dios, que es espíritu, el gobierno divino de la creación. Esto aún es su plan y la redención tiene como propósito restaurarnos este gobierno.”
La manera que el hombre iba a gobernar era recibiendo en su espíritu las intuiciones divinas y poniéndolas en práctica por medio de su razón. (Dicho de paso esto es fundamental en la práctica de la vida cristiana). El hombre rechaza esta manera de gobierno en dependencia del Espíritu de Dios y toma del árbol del conocimiento del bien y del mal. Según vio Eva; “…árbol codiciable para alcanzar la sabiduría…”
Ahora esta tierra está siendo gobernada por esta sabiduría del hombre que esta manchada de toda clase de codicia, injusticia y engaño. Al mismo tiempo Dios está esperando que el hombre llegue al final de sí mismo y reconozca que “…sin Mi nada podéis hacer”
En Ro. 19-22 Pablo nos habla de los gemidos de la creación esperando a que el hombre redimido tome su gobierno, “los hijos de Dios” y el contexto nos dice que “…todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios…” Ro. 8:14.
SEÑOR te he visto en Génisis tres como el hombre que rechaza el árbol de la ciencia del bien y del mal cuando el Tentador vino a ti en el desierto ofreciéndote los reinos de este mundo y su gloria. Tú te confiaste a tu Dios y su sabiduría, no tomaste el fruto de la independencia de Dios sino que tomaste la copa que el Padre te ofreció, el camino del rechazo y la cruz, por tanto fuiste exaltado hasta lo sumo y tu nombre es sobre todo nombre. Hoy me confío a ti.
martes, 27 de julio de 2010
EL ARBOL DE LA VIDA
GÉNESIS CAPITULO 3
GÉNESIS 3 ES EL PROLOGO DE LA BIBLIA
El capítulo 3 de Génesis es uno de los más importantes de la Biblia. Génesis tres es el prologo de la Biblia. Sin el capítulo tres de Génesis, nada de la Biblia tiene sentido. El Espíritu Santo nos ha regalado este capítulo, porque nos ama y porque quiere que entendamos el amor de Dios y la gracia de nuestro Señor Jesucristo.
En este capítulo vemos la primera tentación. El primer pecado. La primera promesa de Dios al hombre. La primera profecía. El primer juicio divino. El primer acto de gracia divina a un pecador. La primera división de la raza humana (dos simientes).
En este capítulo vemos como entró el pecado en el mundo y el desastroso efecto que produjo en nosotros y en Dios. Porque está claro que el pecado nos ha afectado terriblemente como raza humana, pero a Él le ha afectado mucho más por ser la parte ofendida y quien ha cargado con la culpa y el castigo eterno del pecado. Isa. 53:6; 1Jn. 2.2; 1P. 2.24; 3:18. 2Co. 5:22.
Es necesario entender este capítulo para que la historia del hombre tenga algún sentido, para poder entender (aunque sean incomprensibles) las guerras y las tragedias humanas. Así que le pedimos al Señor su gracia y revelación porque Génesis tres nos llevará a un más profundo amor a Dios y a una alabanza más gloriosa de Su nombre.
GÉNESIS 3 ES EL PROLOGO DE LA BIBLIA
El capítulo 3 de Génesis es uno de los más importantes de la Biblia. Génesis tres es el prologo de la Biblia. Sin el capítulo tres de Génesis, nada de la Biblia tiene sentido. El Espíritu Santo nos ha regalado este capítulo, porque nos ama y porque quiere que entendamos el amor de Dios y la gracia de nuestro Señor Jesucristo.
En este capítulo vemos la primera tentación. El primer pecado. La primera promesa de Dios al hombre. La primera profecía. El primer juicio divino. El primer acto de gracia divina a un pecador. La primera división de la raza humana (dos simientes).
En este capítulo vemos como entró el pecado en el mundo y el desastroso efecto que produjo en nosotros y en Dios. Porque está claro que el pecado nos ha afectado terriblemente como raza humana, pero a Él le ha afectado mucho más por ser la parte ofendida y quien ha cargado con la culpa y el castigo eterno del pecado. Isa. 53:6; 1Jn. 2.2; 1P. 2.24; 3:18. 2Co. 5:22.
Es necesario entender este capítulo para que la historia del hombre tenga algún sentido, para poder entender (aunque sean incomprensibles) las guerras y las tragedias humanas. Así que le pedimos al Señor su gracia y revelación porque Génesis tres nos llevará a un más profundo amor a Dios y a una alabanza más gloriosa de Su nombre.
EL ÁRBOL DE LA VIDA
Dios ha terminado su creación y la ha culminado con el hombre, un ser creado a su imagen y semejanza, capaz de tener comunión con Él. Este hombre es introducido en el paraíso para que allí ande con Dios y en obediencia y comunión intima llegue a tomar del árbol de la vida. Este árbol, tipo de Cristo, cuyo fruto es vida eterna, lo vemos nuevamente en Ap. 2:7; 22:2,14. Todos los que hemos recibido a Cristo participamos y comemos de este árbol, porque dice Juan 6: 25-59. Nosotros no tenemos vida en nosotros mismos, solo si comemos su carne y bebemos su sangre, porque El es el pan que descendió del cielo para dar vida al mundo y el que me come, dice Jesús, vivirá por mí. Así que todos los que hemos creído en El, hemos comido y bebido de El por el Espíritu que nos ha dado.
Esto es lo que Dios, en su amor y gracia estaba ofreciendo al hombre, ser participante de su vida, que el hombre viviera con la vida de Dios. Esa vida de Dios en el hombre era su proyecto de gloria. Como Pablo más tarde declara al hombre que ha sido redimido, que ha comido del árbol de la vida; “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.” Col. 1:27. El hombre iba a manifestar a Dios en toda la tierra. Según su primer mandato de llenar la tierra, así el hombre llenaría la tierra de Dios, como dice el profeta Habacuc. 2:14. “Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar”
La vida cristiana es imposible de vivirla y al mismo tiempo es lo más sencillo. Es imposible porque ningún hombre en la tierra ha podido vivirla, solamente Cristo. Y digo que es sencilla cuando entendemos como Pablo que; “no vivo yo, sino Cristo en mi. Y lo que ahora vivo en la carne lo vivo en la fe de Cristo el cual me amó y se entregó por mi”
Si alguien no cree que la vida cristiana es imposible de vivirla, solamente tiene que ir y leer el Sermón del Monte y tratar de vivirlo, no solamente de obra, sino de corazón, como Dios exige.
Que precioso fue el día que entendí que la vida cristiana es la vida de Dios, es otra nivel de vida que la Biblia le llama “vida eterna”. Antes de entender esta maravillosa verdad mi esfuerzo estaba en tratar de vivir la vida cristiana lo mejor que podía para agradar a Dios y servirle mejor. Solo caía en frustración tras frustración y fracaso. Ahora entiendo que “andamos por fe” es por la fe de Cristo que cada día nos apropiamos de esta vida que el Espíritu Santo ha traído a nuestros corazones.
Dios ha terminado su creación y la ha culminado con el hombre, un ser creado a su imagen y semejanza, capaz de tener comunión con Él. Este hombre es introducido en el paraíso para que allí ande con Dios y en obediencia y comunión intima llegue a tomar del árbol de la vida. Este árbol, tipo de Cristo, cuyo fruto es vida eterna, lo vemos nuevamente en Ap. 2:7; 22:2,14. Todos los que hemos recibido a Cristo participamos y comemos de este árbol, porque dice Juan 6: 25-59. Nosotros no tenemos vida en nosotros mismos, solo si comemos su carne y bebemos su sangre, porque El es el pan que descendió del cielo para dar vida al mundo y el que me come, dice Jesús, vivirá por mí. Así que todos los que hemos creído en El, hemos comido y bebido de El por el Espíritu que nos ha dado.
Esto es lo que Dios, en su amor y gracia estaba ofreciendo al hombre, ser participante de su vida, que el hombre viviera con la vida de Dios. Esa vida de Dios en el hombre era su proyecto de gloria. Como Pablo más tarde declara al hombre que ha sido redimido, que ha comido del árbol de la vida; “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.” Col. 1:27. El hombre iba a manifestar a Dios en toda la tierra. Según su primer mandato de llenar la tierra, así el hombre llenaría la tierra de Dios, como dice el profeta Habacuc. 2:14. “Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar”
La vida cristiana es imposible de vivirla y al mismo tiempo es lo más sencillo. Es imposible porque ningún hombre en la tierra ha podido vivirla, solamente Cristo. Y digo que es sencilla cuando entendemos como Pablo que; “no vivo yo, sino Cristo en mi. Y lo que ahora vivo en la carne lo vivo en la fe de Cristo el cual me amó y se entregó por mi”
Si alguien no cree que la vida cristiana es imposible de vivirla, solamente tiene que ir y leer el Sermón del Monte y tratar de vivirlo, no solamente de obra, sino de corazón, como Dios exige.
Que precioso fue el día que entendí que la vida cristiana es la vida de Dios, es otra nivel de vida que la Biblia le llama “vida eterna”. Antes de entender esta maravillosa verdad mi esfuerzo estaba en tratar de vivir la vida cristiana lo mejor que podía para agradar a Dios y servirle mejor. Solo caía en frustración tras frustración y fracaso. Ahora entiendo que “andamos por fe” es por la fe de Cristo que cada día nos apropiamos de esta vida que el Espíritu Santo ha traído a nuestros corazones.
Pablo nos lo explica así: “llevando siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Porque nosotros que vivimos, constantemente estamos siendo entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo mortal. Así que en nosotros obra la muerte, peroen vosotros, la vida. 2Co. 4:10-12
Aquí en Génesis 3 vemos esta verdad espiritual en forma de árbol que da fruto. Más adelante en las escrituras el Espíritu Santo nos muestra la misma verdad en forma de maná. Vemos como el Señor sustentó al pueblo por cuarenta años y cada día salían se sus tiendas en un acto de fe para recoger su sustento diario. Aquí vemos la gracia y la fidelidad de Dios en mantener la vida de su pueblo. Sabemos que en el desierto pecaron, murmuraron, se quejaron. Dios los llamo rebeldes y hombres de dura cerviz. Pero, gloria a Dios, el maná, nunca cesó. Igualmente con nosotros ahora. Pecamos cada día, desobedecemos y contristamos el Espíritu Santo, pero como dice Pablo a Timoteo; “si somos infieles, El permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo” 2Tim. 2:13.
Aquí en Génesis 3 vemos esta verdad espiritual en forma de árbol que da fruto. Más adelante en las escrituras el Espíritu Santo nos muestra la misma verdad en forma de maná. Vemos como el Señor sustentó al pueblo por cuarenta años y cada día salían se sus tiendas en un acto de fe para recoger su sustento diario. Aquí vemos la gracia y la fidelidad de Dios en mantener la vida de su pueblo. Sabemos que en el desierto pecaron, murmuraron, se quejaron. Dios los llamo rebeldes y hombres de dura cerviz. Pero, gloria a Dios, el maná, nunca cesó. Igualmente con nosotros ahora. Pecamos cada día, desobedecemos y contristamos el Espíritu Santo, pero como dice Pablo a Timoteo; “si somos infieles, El permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo” 2Tim. 2:13.
Lo mismo veo en el hecho de que en Génesis 3 el árbol está plantado y en Apocalipsis 22, el último capítulo de la Biblia, el árbol de la vida sigue plantado para todo aquel que quiere comer de Él, como dice en el verso 14. “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida…”
Lamentablemente en lugar de comer del árbol de la vida para llenarlo todo de la vida de Dios, comimos del árbol cuyo fruto es muerte y el hombre al llenar la tierra la ha llenado de muerte y corrupción, porque “cada árbol da fruto según su género” Gen. 1.12 (ver próxima edición)
SEÑOR, te he visto en Génesis 3 plantado en medio del deleite (EDEN) de Dios. Hoy vengo a ti para comer el fruto de tu aflicción, preciosa sangre que mana como manantial de vida eterna. Tú eres verdadera comida que satisface. Vengo a ti porque me has dicho; “A todos los sedientos: Venid a las aguas y a los que no tiene dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.” Isa. 55:1,2.
Hoy, Señor, abandono mi vida, todo intento de agradarte, de servirte, de obedecerte, porque como dice el profeta, “no tengo dinero” yo soy “pobre de espíritu” no hay fuerzas en mi, soy como hombre muerto cuya esperanza es en ti que eres la Vida y la Resurrección.
“Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. Sal. 62:5
Hoy, Señor, abandono mi vida, todo intento de agradarte, de servirte, de obedecerte, porque como dice el profeta, “no tengo dinero” yo soy “pobre de espíritu” no hay fuerzas en mi, soy como hombre muerto cuya esperanza es en ti que eres la Vida y la Resurrección.
“Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. Sal. 62:5
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