LA TENTACIÓN (CONTINUACIÓN)
Continuando con la tentación de Adán y Eva quiero ver ¿Qué mas principios espirituales se pueden aprender en cuanto a ser tentados? y que el Señor puede revelar para provecho?
Cuando el tentador vio que el corazón de Eva comenzaba a dudar, cuando la fe zozobraba. Entonces contradiciendo lo que Dios les había dicho, le comenzó a demostrar las virtudes y beneficios de aquel fruto prohibido. Le quiso convencer que este árbol era una mejor alternativa a lo que Dios les ofrecía, que es el árbol de la Vida.
Esto es exactamente lo que la Serpiente le propuso: “No moriréis, sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”
Ahora bien, mi pregunta es esta. ¿Era totalmente falsa la propuesta de la serpiente o Eva vio algo de verdad y por ello fue engañada?
Cuatro cosas son las que la serpiente le propone. 1. No moriréis. 2. Serán abiertos vuestros ojos. 3. Seréis como Dios. 4. Conoceréis el bien y el mal.
El enemigo no estaba proponiendo algo totalmente erróneo y disparatado. Algo de verdad había en la propuesta del diablo, es por ello que Eva pudo ser engañada. Vallamos por partes pero antes una nota de advertencia. Cuando tenemos una verdad a medias es tan peligroso como cuando a la verdad se le añade. Ambas cosas son un error. Pablo fue más severo con los Gálatas que con los Corintios. En Corinto había pecado que ni aun se nombraba entre los gentiles, esto es, incesto. En galacia no había pecado de tal índole o incluso algún pecado que Pablo nombrara, sin embargo se le había añadido algo más al Evangelio de la pura gracia de Cristo. Los gálatas estaban siendo desviados de la verdad porque les estaban ensenando que además del evangelio era necesario que se circuncidaran y guardaran la ley. Esto es, Cristo mas ley, Cristo mas obras de la ley como requerimiento de salvación y santidad, o perfección. Pablo ataja esto de una manera tan rotunda que dice; si le añadís algo mas a Cristo caéis de la gracia y de Cristo os desligáis.
Así que cuidado con añadir a la gracia o el mensaje puro de Cristo. Cuidado con añadir condiciones, tradiciones u obras muertas.
Bueno continuamos con la astucia con la cual Eva fue persuadida. La serpiente le dijo:
1/ No moriréis. ¿Verdad o mentira? Verdad a medias. Físicamente no murieron inmediatamente o repentinamente, de hecho que vivieron casi mil años. Pero entró el proceso de corrupción que eventualmente les llevo a la muerte. La muerte comenzó a operar en ellos secretamente. Cada vez que pecamos inmediatamente la muerte comienza a operar en nosotros. Esta es la ecuación; “vivos al pecado, muertos a Dios. Vivos a Dios, muertos al pecado.
2/ Serán abiertos vuestros ojos. ¿Verdad o mentira? Verdad a medias. Sus ojos fueron abiertos porque vieron su desnudez. Esto es, sus ojos fueron abiertos a sí mismos. Antes eran consientes de Dios, ahora fueron consientes de ellos mismos. Pasaron de ser teo-conscientes a auto-conscientes. Dicho de otra manera, pasaron del estado de teocentricos a homocentricos. Gran problema del cristiano y de la iglesia actual. Mucha de la enseñanza y predicación actual tiene como centro al hombre y la realización de sí mismo. Toda predicación bíblica ha de ser Cristo céntrica. Para que nuestra fe este firme debamos concentrarnos en Cristo y su obra consumada en lugar de mirarnos a nosotros mismo, juzgarnos o incluso sicoanalizarnos como muchos están haciendo al dejar que la sicología moderna entre en la iglesia con apariencia de ser bíblica. Esto es un lobo disfrazado con piel de oveja. La Palabra dice “en tu luz veremos la luz” Sal. 36:9. (Este es un tema importantísimo que debería de ser estudiado)
3/..Seréis como Dios. ¿Verdad o mentira? Verdad en parte. Es verdad porque este era el plan de Dios para ellos y toda la humanidad. Ser como Dios. No en su esencia y atributos, sino en semejanza y carácter. Es en esto que consiste la redención, en traernos de vuelta a ser como Dios en Jesucristo Ro. 8;29. “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo…” Este versículo es el foco y la medula de la redención. Ser hechos a la imagen de Cristo. Para esto murió Cristo. Muchos cristianos creen que Dios solo está interesado en perdonar los pecados y llevarnos al cielo. No, mil veces NO. Salvación es ser hechos a Su imagen participando de Su naturaleza. Este proceso de transformación ya lo ha comenzado por el Espíritu Santo en nosotros y se llama santificación. (Ver. 2Co. 3:18; 1C0. 15:49; Ef. 4:24; 1Jn. 3:2; Co. 3:10, etc).
Al diablo le gusta tender una trampa a los cristianos que es muy común. Esto es, vendrá ofreciéndonos algo que Dios en su gracia ya nos ha dado. Cuando caemos en esta trampa perderemos el tiempo miserablemente tratando de alcanzar por medio de las obras lo que ya en gracia Dios nos ofrece. A muchos es la salvación a otros la santidad. Etc.
4/…conociendo el bien y el mal. ¿Verdad o mentira? También es una verdad a medias. Conocer el bien y el mal. Este era el propósito divino que conozcamos el bien y el mal como él. Esto es, no de una manera experimental, sino intuitiva, por medio del Espíritu Santo guiándonos a toda la verdad. Como dice Juan: “Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de El permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis en El. 1Jn 2:27.
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Concluyendo. ¿Cómo viene el tentador a los cristianos y que es lo que busca?.
Rara vez vendrá con una tentación abierta y totalmente opuesta a la voluntad o palabra de Dios. Vendrá poniendo en duda la palabra de Dios o quizá no en duda pero que se puede cuestionar o no es tan autoritaria como parece. Vendrá también poniendo desconfianza de Su persona. Tratará de hacernos creer que Dios no quiere todo nuestro bien. Que nosotros también podemos procurarnos el bien para nosotros mismos sin necesidad de estar totalmente sujetos a Dios.
Algo que es muy difícil para todos los hombres incluso los cristianos es rendirse totalmente a Dios. Nos es difícil creer que solo Dios satisface. Que Cristo es suficiente. Que Dios es nuestra porción. Sin embargo esto es redención y a lo que Dios nos está llevando. “…para que Dios sea todo en todos” 1Co. 15:28. Y Co. 3:11.
Por ultimo vendrá procurando que seamos atraídos fuera de la posición espiritual en la que Dios nos ha puesto haciéndonos conscientes de nosotros mismos en lugar de Cristo. Dios puso a Adán y a Eva en el paraíso de Dios. Ya mencioné en artículos anteriores que Edén es un tipo de Cristo. Edén era el lugar de sustento, comunión, protección y servicio para Adán y Eva. Lo mismo es Cristo para el creyente.
Dios nos ha puesto en Cristo. 1Co. 1:30. “Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención.” Cristo es nuestra posición espiritual donde debemos estar firmes. Como dice Pablo; “arraigados y sobreedificados en él y confirmados en la fe…” Co. 2:7. En El soy aceptado. En El soy justificado, en Él santificado, en Él victorioso, en El amado. En El glorificado, heredero, etc. Fuera de Él, NADA, CERO, PERDIDO, fuera de Dios ajeno a la vida de Dios.
Y Puestos los ojos... Arraigados y cimentados...
OBSERVACIONES PRACTICAS PARA NO CAER EN LA TENTACIÓN
El apóstol Pablo nos recuerda por el Espíritu que todas estas cosas fueron escritas.....
1/ Mi primera pregunta es. ¿Qué hacia Eva sola en las proximidades de este árbol?. No estoy culpando a Eva por ir sola, ni a Adán por no estar acompañándola. Digo esto porque cuerda doble no se rompe fácilmente......La comunión de los hermanos es importante cuando podemos recibir con mansedumbre la exhortación los unos de los otros. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros con toda sabiduría...” Col. 3:16.
2/ ¿Por qué entró en argumentos con el diablo? La serpiente es astuta más que todos los animales del campo. Nosotros no tenemos ni el poder ni la astucia ni la experiencia para enfrentarnos con el tentador. El Señor nos ha ensenado que oremos así: “No nos metas en tentación mas líbranos del maligno”. Nuestra responsabilidad es vestirnos con toda la armadura de Dios que Cristo ha provisto y estar en guardia de nuestros pensamientos. Por eso dice; orad y velad. Poniendo todo pensamiento en cautiverios a la obediencia de Cristo. 2Co. 10:5.
3/ Hay un dicho popular que dice así El diablo llena las mano ociosas. No podemos resistir al pecado luchando contra el pecado. No podemos evitar la tentación. No podemos mantener la mente y los ojos en un vacio porque no vivimos en una burbuja de santidad. El mundo, la carne y el diablo son reales y continuamente nos acechan y asaltan en cualquier momento o descuido. Pero en lo que ha nosotros respecta si podemos estar llenos del Espíritu hablando entre nosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales. Ef. 5:18,19. Si podemos estar ocupados del Espíritu pensando en las cosas del Espíritu y no en las cosas de la carne. Ro. 8:5,6. Si podemos pensar en todo lo bueno, lo puro lo amable, etc. Fil. 4:8.
4/ Por ultimo es nuestra fe y confianza que el Señor nos guarda en todo momento si nos hemos confiado totalmente a Él. Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti se ha confiado. Isa. 26:3. En una cosa me regocijo y es mi completo descanso y esta es que yo no soy mi salvador y que mi salvación viene de Él y está en Él.
No se dormirá el que guarda a Israel, Salmo 121..... El apóstol dice que somos guardados por el poder de su palabra. Y también Judas dice; “…a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo Jud. 1. Que preciosa expresión. Puedes pensar un lugar más seguro donde guardar una vida. ¿Qué es lo más precioso que tienes en esta vida? ¿Dónde lo guardarías para que nadie, ni el mismo diablo lo toque? Estoy seguro que es en Cristo. Pues ahí es donde estamos guardados hasta el día de Su manifestación. Y Judas mismo termina su epístola diciendo, “…y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia ahora y por todos los siglos. Amén.” Jud. 24,25.
SEÑOR después de haber meditado en la tentación al primer Adán no puedo dejar de pensar en ti que eres el postrer Adán que en mi lugar venciste a la Serpiente para siempre. No solo le venciste, sino que tu palabra me dice que despojando a los principados y potestades los exhibiste públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Col. 2:15. Gracias mi alma descansa confiadamente en ti. Tú eres mi SABATH y mi SHALOM.
viernes, 29 de octubre de 2010
domingo, 10 de octubre de 2010
LA TENTACIÓN
Señor tú me has mostrado que yo estaba en Adán cuando fue tentado, él es el representante de toda la raza humana, él es mi padre en la carne. Me has mostrado que me identifique personalmente con él en su tentación y caída para muerte. Ro. 5:12, 1Co.15; 22 Así como también me has mostrado que me identifique con el Último Adán (Cristo) en su victoria y exaltación para vida. Ro. 5:18.
Señor, me identifico porque yo también he sido tentado en inocencia y te he fallado y aún más, porque he sido tentado como Nueva creatura y también te he sido infiel. Sí, Señor, soy como Adán y peor que Adán.
Una mirada a la tentación en si
Satanás se propuso subir al trono de Dios en el cielo y fue echado fuera (Isa. 14:12-15; Ez. 28:13-17). Pero aun había otro trono de Dios que podía conquistar y sentarse en el. El trono de Dios en el corazón del hombre. Este trono lo conquisto en Edén y el hombre le ha venido adorando por siglos. Él esta detrás de las imágenes falsas, detrás del poder y la fama, detrás de todo ídolo de carne. Él está detrás del dinero y detrás de la altivez del conocimiento y sabiduría que proviene del hombre. Jesús le llama “el príncipe de este mundo” (Jn. 12:31; 14:30; 16:11) que busca ser adorado y le entrega su gloria de este mundo a quien le adora. Mat.4:8,9.
SEÑOR perdona cada vez que me he inclinado delante de ese usurpador.
¿Cómo podía Satanás conquistar este trono de Dios en el corazón del hombre? Quizás seduciéndole de la misma manera en que él mismo fue seducido de ser igual a Dios o ser su propio Dios. De vivir su vida por sí mismo y para sí mismo. (Oswald Chambers dice que pecado es “My claim to my right to myself” que traducido sería; mi reclamo a mi derecho a mi mismo). Esto era lo que Satanás estaba proponiendo a Eva por medio de la desobediencia a Dios y comiendo de ese árbol que la iba a independizar de Dios.
El proceso de la tentación.
Lo primero que el diablo quiso hacer fue sembrar duda en corazón de Eva con respecto al mandamiento de Dios. Dijo; “¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” Este es el primer dardo que el enemigo nos lanza siempre. ¿Has oído bien la palabra de Dios? ¿Estás seguro que es eso exactamente lo que Él ha dicho? Jesús experimento lo mismo en el desierto después que se oyera la voz del cielo; “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” inmediatamente el tentador le dijo; “Si eres el hijo de Dios” En otras palabras: ¿Has oído claramente la voz del cielo? Si es así, demuéstralo convirtiendo estas piedras en pan. Cuantos pastores y ministros de la palabra han pasado por estas aguas después que recibieron su llamado al ministerio vino el tentador diciéndoles. ¿Estás seguro que has oído el llamado de Dios? Si es verdad tendrás que demostrarlo con señales o con éxito en tu ministerio.
También todo cristiano se enfrenta continuamente a esta tentación cuando hemos estado en la presencia del Señor y hemos oído claramente su voz en nuestro espíritu. Incluso cuando el Espíritu nos ha iluminado una porción de la Palabra. Inmediatamente viene el enemigo a robarnos la palabra divina tratando de convencernos que no hemos escuchado bien. Cada vez que hemos sido exhortados por el espíritu en nuestra lectura de la palabra ha venido el tentador poniendo diferentes argumentos en nuestro corazón con otros versículos o explicaciones para que no obedezcamos literalmente o al menos que obedezcamos parcialmente. En realidad el tentador no está interesado en nosotros mismos, sino que viene a probar o tentar la Palabra de Dios en nosotros. Todo lo que oímos en el monte de Dios tendrá que ser probado en el valle del diablo.
La Biblia de Adán y Eva solo tenía dos versículos.
La respuesta de Eva no fue tan clara y contundente como lo fue la del Señor en el desierto. La Biblia de Eva solo tenía dos versículos. No estaba llena de mandamientos complicados y difíciles de entender. No hacía falta ir al seminario tres o cuatro años, ni habían diferentes escuelas de interpretación bíblica, y aún así no pudo memorizar el segundo versículo de su Biblia. Dos aspectos del mandamiento de Dios no estaban claros en Eva.
Primero Dios le había dicho; …”mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”
Eva le añadió a la palabra de Dios diciendo “ni le tocaréis” Ella fue más lejos del mandamiento, me recuerda a los fariseos con sus tradiciones y queriendo llevar los mandamientos a tal extremos que se olvidaron de la misericordia y siempre se confrontaron con Jesús por no guardar el sábado o no lavarse las manos. Muchos cristianos han caído en este error dando atención exagerada a la manera de vestirse, peinarse, etc. Poniendo énfasis en la letra del mandamiento y olvidándose del espíritu del mandamiento. Siempre juzgando lo externo y condenando a los que viven con la “libertad con que Cristo nos hizo libres”
Al haber añadido Eva estas palabras al simple mandamiento de Dios me da a entender que posiblemente su concepto de Dios no era muy claro. Quiero decir con esto que Dios parecía ser más severo para ella de lo que realmente era. Dios dijo; no comas. Ella entendió, No comas ni siquiera lo toques. Me recuerda aquel que vino al Señor con su talento y le dijo; “Te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste” Mat. 25.24. Este hombre de la parábola enterró su talento porque tenía miedo de perderlo al considerar que Dios es duro y difícil de complacer.
Nuestro concepto de Dios determinará la manera de nuestra vida cristiana. Determinará nuestro servicio, nuestra comunión con él. Determinará nuestra vida de oración, nuestro gozo y nuestra alabanza. Determinará nuestro testimonio a los demás y el evangelio que predicamos. Determinará cómo vemos a los hermanos y cómo vemos al mundo. Si nuestro concepto es severo, nuestro juicio a los demás será severo y falto de la gracia de Dios. Nuestra oración será formal y nuestra comunión intima son Cristo será casi nula.
Es por eso que el hijo de Dios vino al mundo para que pudiéramos ver a Dios en persona amando a una adultera y tocando a un leproso. Bendiciendo a un niño y hablando de noche con un doctor de la ley. Comiendo con publicanos y pecadores al mismo tiempo que reprende a los hipócritas. Ese es Dios. El que me ha visto a mi ha visto al Padre.
Gloria a Dios por la Encarnación. “Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como la del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… A Dios nadie la ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del padre, él le ha dado a conocer.” Jn. 1:14,18.
¿Un mandamiento o una admonición?
Dios dijo; “…porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” Eva le dijo a la serpiente; “…no comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis”
El mandamiento del Señor fue enfático y seguro, “ciertamente moriréis” la interpretación de Eva no es tan enfática. Mas que un mandamiento parece una admonición, un buen consejo, una advertencia.
No es lo mismo decirle a alguien: “Si sigues por ese camino te caerás al abismo” que decirle; “No sigas por ese camino, para que no te caigas al abismo” En la primera frase hay urgencia hay premura. En la según frase parsimonia, moderación. Parece que cabe la posibilidad de que no sea exactamente como Dios dice. (Que importante es que la predicación del evangelio sea con urgencia y claridad)
Estoy seguro que cuando el tentador escuchó la respuesta de Eva sabia que ya le había ganado el corazón, solo le faltaba el último empujoncito para pasar a la acción. Es por esto que el siguiente dardo fue una total y descarada contradicción a la palabra de Dios. El diablo ya no se fue con rodeos, porque sabía que le había ganado el corazón. Así que le dijo a bocajarro; “no moriréis”
(Continuará)
SEÑOR, cuando Eva estaba siendo tentada tú eras testigo silencioso, al igual que ahora lo eres en cada asesinato, cada tortura, cada violación, cada abuso infantil. Tú estás ahí silencioso dolorido recibiendo el daño y el dolor, porque no hay nada que le hagan a hombre alguno que no te lo estén haciendo a ti y contra ti. Tú llevaste el pecado de todo el mundo, el daño y el dolor de todo el mundo. Tú restauraras todo lo robado, todo lo violado, todo lo defraudado. Tú reconciliaras todo a ti mismo por Cristo. Col.1:20. Señor tu restauras mi alma. Sal. 23:3
Señor tú me has mostrado que yo estaba en Adán cuando fue tentado, él es el representante de toda la raza humana, él es mi padre en la carne. Me has mostrado que me identifique personalmente con él en su tentación y caída para muerte. Ro. 5:12, 1Co.15; 22 Así como también me has mostrado que me identifique con el Último Adán (Cristo) en su victoria y exaltación para vida. Ro. 5:18.
Señor, me identifico porque yo también he sido tentado en inocencia y te he fallado y aún más, porque he sido tentado como Nueva creatura y también te he sido infiel. Sí, Señor, soy como Adán y peor que Adán.
Una mirada a la tentación en si
Satanás se propuso subir al trono de Dios en el cielo y fue echado fuera (Isa. 14:12-15; Ez. 28:13-17). Pero aun había otro trono de Dios que podía conquistar y sentarse en el. El trono de Dios en el corazón del hombre. Este trono lo conquisto en Edén y el hombre le ha venido adorando por siglos. Él esta detrás de las imágenes falsas, detrás del poder y la fama, detrás de todo ídolo de carne. Él está detrás del dinero y detrás de la altivez del conocimiento y sabiduría que proviene del hombre. Jesús le llama “el príncipe de este mundo” (Jn. 12:31; 14:30; 16:11) que busca ser adorado y le entrega su gloria de este mundo a quien le adora. Mat.4:8,9.
SEÑOR perdona cada vez que me he inclinado delante de ese usurpador.
¿Cómo podía Satanás conquistar este trono de Dios en el corazón del hombre? Quizás seduciéndole de la misma manera en que él mismo fue seducido de ser igual a Dios o ser su propio Dios. De vivir su vida por sí mismo y para sí mismo. (Oswald Chambers dice que pecado es “My claim to my right to myself” que traducido sería; mi reclamo a mi derecho a mi mismo). Esto era lo que Satanás estaba proponiendo a Eva por medio de la desobediencia a Dios y comiendo de ese árbol que la iba a independizar de Dios.
El proceso de la tentación.
Lo primero que el diablo quiso hacer fue sembrar duda en corazón de Eva con respecto al mandamiento de Dios. Dijo; “¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” Este es el primer dardo que el enemigo nos lanza siempre. ¿Has oído bien la palabra de Dios? ¿Estás seguro que es eso exactamente lo que Él ha dicho? Jesús experimento lo mismo en el desierto después que se oyera la voz del cielo; “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” inmediatamente el tentador le dijo; “Si eres el hijo de Dios” En otras palabras: ¿Has oído claramente la voz del cielo? Si es así, demuéstralo convirtiendo estas piedras en pan. Cuantos pastores y ministros de la palabra han pasado por estas aguas después que recibieron su llamado al ministerio vino el tentador diciéndoles. ¿Estás seguro que has oído el llamado de Dios? Si es verdad tendrás que demostrarlo con señales o con éxito en tu ministerio.
También todo cristiano se enfrenta continuamente a esta tentación cuando hemos estado en la presencia del Señor y hemos oído claramente su voz en nuestro espíritu. Incluso cuando el Espíritu nos ha iluminado una porción de la Palabra. Inmediatamente viene el enemigo a robarnos la palabra divina tratando de convencernos que no hemos escuchado bien. Cada vez que hemos sido exhortados por el espíritu en nuestra lectura de la palabra ha venido el tentador poniendo diferentes argumentos en nuestro corazón con otros versículos o explicaciones para que no obedezcamos literalmente o al menos que obedezcamos parcialmente. En realidad el tentador no está interesado en nosotros mismos, sino que viene a probar o tentar la Palabra de Dios en nosotros. Todo lo que oímos en el monte de Dios tendrá que ser probado en el valle del diablo.
La Biblia de Adán y Eva solo tenía dos versículos.
La respuesta de Eva no fue tan clara y contundente como lo fue la del Señor en el desierto. La Biblia de Eva solo tenía dos versículos. No estaba llena de mandamientos complicados y difíciles de entender. No hacía falta ir al seminario tres o cuatro años, ni habían diferentes escuelas de interpretación bíblica, y aún así no pudo memorizar el segundo versículo de su Biblia. Dos aspectos del mandamiento de Dios no estaban claros en Eva.
Primero Dios le había dicho; …”mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”
Eva le añadió a la palabra de Dios diciendo “ni le tocaréis” Ella fue más lejos del mandamiento, me recuerda a los fariseos con sus tradiciones y queriendo llevar los mandamientos a tal extremos que se olvidaron de la misericordia y siempre se confrontaron con Jesús por no guardar el sábado o no lavarse las manos. Muchos cristianos han caído en este error dando atención exagerada a la manera de vestirse, peinarse, etc. Poniendo énfasis en la letra del mandamiento y olvidándose del espíritu del mandamiento. Siempre juzgando lo externo y condenando a los que viven con la “libertad con que Cristo nos hizo libres”
Al haber añadido Eva estas palabras al simple mandamiento de Dios me da a entender que posiblemente su concepto de Dios no era muy claro. Quiero decir con esto que Dios parecía ser más severo para ella de lo que realmente era. Dios dijo; no comas. Ella entendió, No comas ni siquiera lo toques. Me recuerda aquel que vino al Señor con su talento y le dijo; “Te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste” Mat. 25.24. Este hombre de la parábola enterró su talento porque tenía miedo de perderlo al considerar que Dios es duro y difícil de complacer.
Nuestro concepto de Dios determinará la manera de nuestra vida cristiana. Determinará nuestro servicio, nuestra comunión con él. Determinará nuestra vida de oración, nuestro gozo y nuestra alabanza. Determinará nuestro testimonio a los demás y el evangelio que predicamos. Determinará cómo vemos a los hermanos y cómo vemos al mundo. Si nuestro concepto es severo, nuestro juicio a los demás será severo y falto de la gracia de Dios. Nuestra oración será formal y nuestra comunión intima son Cristo será casi nula.
Es por eso que el hijo de Dios vino al mundo para que pudiéramos ver a Dios en persona amando a una adultera y tocando a un leproso. Bendiciendo a un niño y hablando de noche con un doctor de la ley. Comiendo con publicanos y pecadores al mismo tiempo que reprende a los hipócritas. Ese es Dios. El que me ha visto a mi ha visto al Padre.
Gloria a Dios por la Encarnación. “Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como la del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… A Dios nadie la ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del padre, él le ha dado a conocer.” Jn. 1:14,18.
¿Un mandamiento o una admonición?
Dios dijo; “…porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” Eva le dijo a la serpiente; “…no comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis”
El mandamiento del Señor fue enfático y seguro, “ciertamente moriréis” la interpretación de Eva no es tan enfática. Mas que un mandamiento parece una admonición, un buen consejo, una advertencia.
No es lo mismo decirle a alguien: “Si sigues por ese camino te caerás al abismo” que decirle; “No sigas por ese camino, para que no te caigas al abismo” En la primera frase hay urgencia hay premura. En la según frase parsimonia, moderación. Parece que cabe la posibilidad de que no sea exactamente como Dios dice. (Que importante es que la predicación del evangelio sea con urgencia y claridad)
Estoy seguro que cuando el tentador escuchó la respuesta de Eva sabia que ya le había ganado el corazón, solo le faltaba el último empujoncito para pasar a la acción. Es por esto que el siguiente dardo fue una total y descarada contradicción a la palabra de Dios. El diablo ya no se fue con rodeos, porque sabía que le había ganado el corazón. Así que le dijo a bocajarro; “no moriréis”
(Continuará)
SEÑOR, cuando Eva estaba siendo tentada tú eras testigo silencioso, al igual que ahora lo eres en cada asesinato, cada tortura, cada violación, cada abuso infantil. Tú estás ahí silencioso dolorido recibiendo el daño y el dolor, porque no hay nada que le hagan a hombre alguno que no te lo estén haciendo a ti y contra ti. Tú llevaste el pecado de todo el mundo, el daño y el dolor de todo el mundo. Tú restauraras todo lo robado, todo lo violado, todo lo defraudado. Tú reconciliaras todo a ti mismo por Cristo. Col.1:20. Señor tu restauras mi alma. Sal. 23:3
lunes, 4 de octubre de 2010
¿ERA ESTE ÁRBOL ALGO SOLO HISTORICO O ES TAMBIÉN PRESENTE?
No solo fue histórico y real en la vida de Adán y Eva sino que es algo presente para todos los hombres.
Ya hemos visto que el árbol de la vida era un tipo de Jesucristo y su fruto es la vida de Dios en el hombre. Cuando Jesucristo vino fue plantado, al igual que un árbol, en un madero para que todos lo vieran y vinieran a él buscando vida eterna. La vida que proviene de Dios. Porque creer es recibir a Cristo, o la vida de Dios en uno mismo. Por ello Juan dice que a los que creen les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales son engendrados de Dios. Jn. 1:13. . El que no cree ha rechazado la Vida de Dios y por lo tanto a caído en si mismo. Ha caído en sus propios recursos, en su propia vida.
Nadie tiene escusa. Nadie puede juzgar a Adán por haber comido del árbol del bien y del mal. Dios, en su amor a la humanidad, nos ha enviado nuevamente el Árbol de la vida en su Hijo Jesucristo para que todos vengan a Él y comamos gratuitamente. Por esto, cuando vino a nosotros dijo: “Yo soy la Vid verdadera el que permanece en mí….”
El hombre no solo ha comido de este árbol y sigue comiendo, sino que se deleita en él, lo adora, está orgulloso de todo lo que ha alcanzado sin necesidad de Dios. Pero los que tenemos entendimiento nos damos cuenta de que el gobierno del hombre en la tierra solo ha traído guerras, pobreza, injusticia y la destrucción del medio ambiente.
Cada imperio que se ha levantado desde la Torre de Babel hasta los imperios presentes, el capitalismo, el comunismo o el humanismo, todo imperio ha sido el intento del hombre de traer un gobierno justo por medio de su sabiduría y prescindiendo Dios. Esto es el culto al hombre.
Pero los que hemos creído sabemos que Babilonia será destruida y muchos lloraran pero los santos se regocijaran porque entonces vendrá el Reino de Dios y su Rey justo que reinará en justicia y verdad. Mientras tanto nuestro mandato es orar: “venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo” Y no solamente orar para que su reino venga sino también vivirlo y exteriorizarlo como luz y testimonio porque su reino ya está en nosotros.
PUEDE UN CRISTIANO AUN COMER DE ESTE ARBOL
Lamentablemente que si, pero no en la misma manera que una persona que aun no ha recibido a Jesucristo como su vida, o su salvador. Porque aunque tenemos la vida de Dios en nosotros, aun no se ha manifestado lo que tenemos que ser. Somos como Rebeca que dentro de ella, en sus entrañas, llevaba dos reinos que luchaban entre si, y ella estaba en agonía. Esto es figura de lo que mas tarde Pablo nos explicaría en Romanos 7 sobre la lucha de la carne y el Espíritu en las entrañas del cristiano.
También el profeta Jeremías anuncia este principio espiritual refiriéndose al pueblo de Dios cuando dice. “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no detienen aguas.” Jer. 2:13.
Los cristianos hemos recibido a Cristo para que sea nuestra vida, y se supone que todos deberíamos vivir con la vida de Dios y así manifestar a Dios. Ahora bien, ha pesar de haber recibido esta vida de Dios por medio del Espíritu Santo, aun tenemos nuestra propia vida o la vida natural que recibimos de Adán y que es independiente de Dios. Pablo lo llama de diferentes maneras, a saber; la vida natural, la vida de la carne, el viejo hombre, ser niños, etc. En contraposición a esto esta la vida de Cristo en mi, la vida del Espíritu, el nuevo hombre, etc. Todos estos términos expresan la misma idea espiritual.
Cuando Adán comió del árbol, por así decirlo, cambio su DNA espiritual y produjo hijos o una descendencia que había sido envenenada por la serpiente cuyu deseo era ser igual a Dios y sentarse en el trono de Dios. Por ello Dios tuvo que enviar un segundo Adán (Cristo) que por medio de la resurrección engendrara hijos espirituales. (Ver 1Co. 15:) esto es la nueva creación. Hijos engendrados para hacer la voluntad de Dios con un corazón que desea complacer al Padre.
Pablo en Romanos 6,7, y 8 nos habla de lo que es el hombre carnal, natural y el hombre espiritual. Poniéndole sencillamente el hombre carnal es aquel que vive su vida confiando en su propia habilidad de obedecer a Dios y su ley. Es el cristiano que quiere agradar a y servir a Dios sin depender total y absolutamente en el Espíritu Santo y confiando en la carne.
Este cristiano cree que puede disciplinar su mente y corazón. Es el cristiano que siempre está haciendo promesas a Dios y siempre las esta rompiendo. El cristiano que cree que puede cumplir la ley de Dios y los diez mandamientos. Se propone orar más, leer más la Biblia, etc. Pero fracasa una y otra vez. Dios esta esperando que aprenda una lección muy importante y esta es que cristiano solo puede ser Cristo y nadie mas. Solo Jesús vivo una vida que agrado a Dios y esto lo hizo por sus propios medios. Jesús vivió por la ley y bajo la ley. El cristiano ha de saber que toda su vida ha de ser por fe y por gracia. Esto es confiando y esperando solo en Dios que por el Espíritu haga su obra en el.
Pablo nos ensena esto en Ga. 2:20. “con Cristo estoy crucificado y ya no vivo yo, sino Cristo en mi, y lo que ahora vivo lo vivo en la fe de Cristo. No ya mi fe, sino la fe de Cristo.
Así que nosotros debemos saber que por nosotros mismos no podemos sujetarnos a Dios y su ley, porque no podemos y porque no queremos. Ro.8:7. Pero la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús es la que me libra de la ley del pecado que opera en mi vieja naturaleza.
Jesús lo dijo muy claro a la Samaritana que el que adora a Dios, o sirve a Dios, u obedece a Dios ha de hacerlo en Espíritu t en verdad. Dios no recibe nada que pertenezca a nuestra naturaleza adámica, solo recibe de nosotros lo que pertenece a nuestra naturaleza de Cristo.
Lamentablemente estamos llenos de obras, pensamientos y proyectos que pertenecen a lo Adámico. No solo nosotros en nuestra vida cristiana personal, sino que nuestras iglesias están llenas de ideas, planes, proyectos, departamentos, etc. Que ha sido engendrado en la carne, son mantenidos por la carne y solo dan gloria a la carne o al hombre. Pero todo eso son trapos de inmundicia y obras de muerte.
Termino con un versículo muy interesante. Heb. 13:20,21. Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para hacer su voluntad, obrando El en nosotros lo que es agradable delante de Él mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
¿Que interesante no? Haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de el por Jesucristo.
En otras palabras Dios quería ser complacido por el hombre, pero como ningún hombre pudo hacer esto. Envió a su Hijo en la persona de Jesús para que este le obedeciera y complaciera completamente. Por esto dijo. “Este es mi hijo amado, en el tengo complacencia” Y después envió al Espíritu de su Hijo para que volviera a vivir esa misma vida en nosotros.
A Dios sea toda la gloria.
SENOR nuevamente te he visto en Génesis tres. No solo como el árbol de la vida, sino como aquel segundo Adán donde comienza una nueva raza humana engendrada por tu Espíritu y con una nueva disposición, teniendo el mismo sentir que Cristo que se vació, se humilló, se hizo siervo y fue obediente a ti hasta la muerte. Padre esto es verdadera santidad, esto anhela mi alma.
Cuando vine a ti para salvación solo veía mi pecado y con tu sangre me lavaste. Luego me mostraste al Hijo y al verlo a Él y ver mi corazón comprendí que no solo querías salvarme de mis pecados sino que viniste para salvarme de mi mismo. Mi más profundo deseo es el del salmista cuando dice: “Yo en justicia veré tu rostro: Seré saciado cuando despierte á tu semejanza.” Sal 17:15
No solo fue histórico y real en la vida de Adán y Eva sino que es algo presente para todos los hombres.
Ya hemos visto que el árbol de la vida era un tipo de Jesucristo y su fruto es la vida de Dios en el hombre. Cuando Jesucristo vino fue plantado, al igual que un árbol, en un madero para que todos lo vieran y vinieran a él buscando vida eterna. La vida que proviene de Dios. Porque creer es recibir a Cristo, o la vida de Dios en uno mismo. Por ello Juan dice que a los que creen les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales son engendrados de Dios. Jn. 1:13. . El que no cree ha rechazado la Vida de Dios y por lo tanto a caído en si mismo. Ha caído en sus propios recursos, en su propia vida.
Nadie tiene escusa. Nadie puede juzgar a Adán por haber comido del árbol del bien y del mal. Dios, en su amor a la humanidad, nos ha enviado nuevamente el Árbol de la vida en su Hijo Jesucristo para que todos vengan a Él y comamos gratuitamente. Por esto, cuando vino a nosotros dijo: “Yo soy la Vid verdadera el que permanece en mí….”
El hombre no solo ha comido de este árbol y sigue comiendo, sino que se deleita en él, lo adora, está orgulloso de todo lo que ha alcanzado sin necesidad de Dios. Pero los que tenemos entendimiento nos damos cuenta de que el gobierno del hombre en la tierra solo ha traído guerras, pobreza, injusticia y la destrucción del medio ambiente.
Cada imperio que se ha levantado desde la Torre de Babel hasta los imperios presentes, el capitalismo, el comunismo o el humanismo, todo imperio ha sido el intento del hombre de traer un gobierno justo por medio de su sabiduría y prescindiendo Dios. Esto es el culto al hombre.
Pero los que hemos creído sabemos que Babilonia será destruida y muchos lloraran pero los santos se regocijaran porque entonces vendrá el Reino de Dios y su Rey justo que reinará en justicia y verdad. Mientras tanto nuestro mandato es orar: “venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo” Y no solamente orar para que su reino venga sino también vivirlo y exteriorizarlo como luz y testimonio porque su reino ya está en nosotros.
PUEDE UN CRISTIANO AUN COMER DE ESTE ARBOL
Lamentablemente que si, pero no en la misma manera que una persona que aun no ha recibido a Jesucristo como su vida, o su salvador. Porque aunque tenemos la vida de Dios en nosotros, aun no se ha manifestado lo que tenemos que ser. Somos como Rebeca que dentro de ella, en sus entrañas, llevaba dos reinos que luchaban entre si, y ella estaba en agonía. Esto es figura de lo que mas tarde Pablo nos explicaría en Romanos 7 sobre la lucha de la carne y el Espíritu en las entrañas del cristiano.
También el profeta Jeremías anuncia este principio espiritual refiriéndose al pueblo de Dios cuando dice. “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no detienen aguas.” Jer. 2:13.
Los cristianos hemos recibido a Cristo para que sea nuestra vida, y se supone que todos deberíamos vivir con la vida de Dios y así manifestar a Dios. Ahora bien, ha pesar de haber recibido esta vida de Dios por medio del Espíritu Santo, aun tenemos nuestra propia vida o la vida natural que recibimos de Adán y que es independiente de Dios. Pablo lo llama de diferentes maneras, a saber; la vida natural, la vida de la carne, el viejo hombre, ser niños, etc. En contraposición a esto esta la vida de Cristo en mi, la vida del Espíritu, el nuevo hombre, etc. Todos estos términos expresan la misma idea espiritual.
Cuando Adán comió del árbol, por así decirlo, cambio su DNA espiritual y produjo hijos o una descendencia que había sido envenenada por la serpiente cuyu deseo era ser igual a Dios y sentarse en el trono de Dios. Por ello Dios tuvo que enviar un segundo Adán (Cristo) que por medio de la resurrección engendrara hijos espirituales. (Ver 1Co. 15:) esto es la nueva creación. Hijos engendrados para hacer la voluntad de Dios con un corazón que desea complacer al Padre.
Pablo en Romanos 6,7, y 8 nos habla de lo que es el hombre carnal, natural y el hombre espiritual. Poniéndole sencillamente el hombre carnal es aquel que vive su vida confiando en su propia habilidad de obedecer a Dios y su ley. Es el cristiano que quiere agradar a y servir a Dios sin depender total y absolutamente en el Espíritu Santo y confiando en la carne.
Este cristiano cree que puede disciplinar su mente y corazón. Es el cristiano que siempre está haciendo promesas a Dios y siempre las esta rompiendo. El cristiano que cree que puede cumplir la ley de Dios y los diez mandamientos. Se propone orar más, leer más la Biblia, etc. Pero fracasa una y otra vez. Dios esta esperando que aprenda una lección muy importante y esta es que cristiano solo puede ser Cristo y nadie mas. Solo Jesús vivo una vida que agrado a Dios y esto lo hizo por sus propios medios. Jesús vivió por la ley y bajo la ley. El cristiano ha de saber que toda su vida ha de ser por fe y por gracia. Esto es confiando y esperando solo en Dios que por el Espíritu haga su obra en el.
Pablo nos ensena esto en Ga. 2:20. “con Cristo estoy crucificado y ya no vivo yo, sino Cristo en mi, y lo que ahora vivo lo vivo en la fe de Cristo. No ya mi fe, sino la fe de Cristo.
Así que nosotros debemos saber que por nosotros mismos no podemos sujetarnos a Dios y su ley, porque no podemos y porque no queremos. Ro.8:7. Pero la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús es la que me libra de la ley del pecado que opera en mi vieja naturaleza.
Jesús lo dijo muy claro a la Samaritana que el que adora a Dios, o sirve a Dios, u obedece a Dios ha de hacerlo en Espíritu t en verdad. Dios no recibe nada que pertenezca a nuestra naturaleza adámica, solo recibe de nosotros lo que pertenece a nuestra naturaleza de Cristo.
Lamentablemente estamos llenos de obras, pensamientos y proyectos que pertenecen a lo Adámico. No solo nosotros en nuestra vida cristiana personal, sino que nuestras iglesias están llenas de ideas, planes, proyectos, departamentos, etc. Que ha sido engendrado en la carne, son mantenidos por la carne y solo dan gloria a la carne o al hombre. Pero todo eso son trapos de inmundicia y obras de muerte.
Termino con un versículo muy interesante. Heb. 13:20,21. Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para hacer su voluntad, obrando El en nosotros lo que es agradable delante de Él mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
¿Que interesante no? Haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de el por Jesucristo.
En otras palabras Dios quería ser complacido por el hombre, pero como ningún hombre pudo hacer esto. Envió a su Hijo en la persona de Jesús para que este le obedeciera y complaciera completamente. Por esto dijo. “Este es mi hijo amado, en el tengo complacencia” Y después envió al Espíritu de su Hijo para que volviera a vivir esa misma vida en nosotros.
A Dios sea toda la gloria.
SENOR nuevamente te he visto en Génesis tres. No solo como el árbol de la vida, sino como aquel segundo Adán donde comienza una nueva raza humana engendrada por tu Espíritu y con una nueva disposición, teniendo el mismo sentir que Cristo que se vació, se humilló, se hizo siervo y fue obediente a ti hasta la muerte. Padre esto es verdadera santidad, esto anhela mi alma.
Cuando vine a ti para salvación solo veía mi pecado y con tu sangre me lavaste. Luego me mostraste al Hijo y al verlo a Él y ver mi corazón comprendí que no solo querías salvarme de mis pecados sino que viniste para salvarme de mi mismo. Mi más profundo deseo es el del salmista cuando dice: “Yo en justicia veré tu rostro: Seré saciado cuando despierte á tu semejanza.” Sal 17:15
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