Romanos 1:18
“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”
INTRODUCCION. Hemos estado siguiendo el argumento lógico de Pablo si estuviera
hablando como con un oyente imaginario. Este argumento ha ido así;
Pablo:
Pronto estoy a anunciaros el Evangelio.
Oyente: ¿Por qué?
Pablo:
Porque no me avergüenzo del Evangelio.
Oyente: ¿Por qué no te
avergüenzas, Pablo?
Pablo:
Porque es poder de Dios para salvación a
todos.
Oyente: ¿Cómo es eso, Pablo?
Pablo:
Porque en el evangelio la justicia de
Dios se revela por fe y para fe.
Oyente: ¿Y para que se
revela la justicia de Dios?
Pablo:
Porque la ira de Dios se está revelando
desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen
con injusticia la verdad.
Oyente:
¿Pero cómo es que los hombre han detenido con injusticia la verdad?
Pablo: Porque lo que de Dios se
conoce les es manifiesto…pues habiendo conocido a Dios no le glorificaron como
Dios. (vss.19,21).
LA IRA DE DIOS.
Mucho se predica y enseña hoy
día sobre el amor de Dios y poco se predica y enseña sobre la ira de Dios, sin
embargo la ira de Dios es un atributo esencial de su carácter.
Antes de definir lo que es la
ira de Dios es necesario que la distingamos de la ira del hombre.
1. La ira del hombre es una emoción y es una
reacción a una situación o personas. La ira de Dios no es una emoción ni es una
reacción a una situación.
2. Dios es un ser integro en todos
sus atributos, esto es, todos sus atributos están presentes y activos en todo
momento. El es amor en su ira, es paciente y misericordioso en sus juicios.
3. Su ira no es resentida,
malévola, vengativa ni rencorosa. (Sal.
103:8-10)
Entonces podemos definir la ira
de Dios como su actitud santa y justa hacia el pecado que es el causante de la
destrucción de sus creaturas. Si no fuera por este atributo divino tendríamos
un dios condescendiente y tolerante al pecado, la injusticia y todo aquello que
es destructivo. Sería un Satanás. Podemos decir con certeza que no solo es su
amor que nos conserva, sino que su ira hacia toda injusticia que ha guardado a
la humanidad de autodestruirse.
LA REVELACIÓN DE LA IRA DE DIOS.
Desde que el pecado entró en el
mundo, la ira de Dios se ha estado manifestando en justicia y juicio. La Biblia
está llena de ejemplos como el Diluvio, Sodoma y Gomorra. El juicio sobre
Egipto, Ninive, Babilonia, Persia incluso sobre el mismo Israel. La historia
del mundo es el juicio del mundo. Todo esto han sido ejemplos y advertencias de
lo que un día será “El día de la ira del Señor” donde lo vemos gráficamente en
el libro de Apocalipsis. (Ap. 6:16,17;
19:15). Ese día de ira se revelará, como dice Ro. 2:5,8“…el justo juicio de
Dios” sobre toda injusticia de los hombres.
Cuando Pablo menciona “toda
impiedad e injusticia” parece ser que tiene en mente las dos tablas de la Ley.
Impiedad es rebelión y deshonra a Dios. Injusticia es todo pecado en contra del
prójimo. Hay que fijarse que Pablo dice “toda” esto es, incluye toda falta por
pequeña o insignificante que nos parezca.
LA IRA DE DIOS SE REVELA EN CRISTO JESUS, (NUESTRA PROPICIACIÓN).
Aunque nos parezca difícil de
entender, el lugar donde se revela la ira de Dios es en la persona de su Hijo,
siendo clavado en la cruz. La cruz es la manifestación pública de la ira y el
amor de Dios. La manifestación pública de la gracia y la justicia de Dios. La
manifestación pública del poder y la debilidad de Dios, (en Jesús, 2Co. 13:4).
Pablo nos dice en Ro. 3:25 que Dios puso (a Cristo Jesús)
como propiciación para perdón de nuestros pecados.
Algunos comentaristas y nuevas
versiones de la Biblia no quieren usar esta palabra porque la consideran
arcaica y no digna de un dios de amor. Por el contrario León Morris dice que “no nos gusta esta palabra porque hemos
sentimentalizado nuestro concepto de Dios de una manera antibiblica”
Propiciar significa aplacar la
ira de Dios y volverlo favorable. Está claro que el concepto bíblico es que
Dios ha juzgado nuestro pecado en Jesús descargando la ira o el castigo que
merecíamos. Más adelante Pablo nos Dice que “Dios
es por nosotros” porque “no escatimó
a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros” Ro. 8:31,32.
En definitiva podemos afirmar
que la cruz era necesaria e inevitable en virtud de un Dios santo que es justo
amoroso y aborrece el pecado. Entendemos pecado todo aquello que nos
deshumaniza y destruye.
SALVOS DE LA IRA VENIDERA
La proclamación bíblica del
evangelio casi siempre va acompañada de “la ira venidera” El concepto bíblico
de la salvación es ser salvos del poder y las consecuencias del pecado, y esto
tiene que ver con la ira que ha de ser revelada.
Todo hombre está bajo la ira de
Dios, esa es su condición natural. (Jn.
3:36). El Evangelio nos ofrece la oportunidad de ser salvos de esta
condición. (Ro. 9:22-24). Salimos o
somos salvos de esa ira cuando creemos en Jesucristo y recibimos la justicia de
Dios en Él. (Ro. 5:9; 1Te. 1:10; 5:9;
Ef. 2:3. Col. 3:6)
El Evangelio son Buenas Noticias
porque anuncian la salvación de la ira venidera y el establecimiento de la
verdad de Dios. Hoy hemos convertido la Buenas Noticias en “Buenos Consejos.”
Si es que no predicamos la necesidad de arrepentimiento y ser salvos de la ira
venidera. Cuando nos avergonzamos de un
Dios de ira sobre el pecado y la injusticia del hombre, nos estaremos avergonzando
de un Dios que es justo, y por lo tanto hacemos que la cruz sea innecesaria.
Creo necesario decir que cuando
el cristiano peca, la actitud de Dios sobre ese pecado sigue siendo la misma.
Dios no tiene favoritos ni hace acepción de personas. La única diferencia es
que ahora en Cristo ya no hay condenación porque ese pecado ha sido condenado
en Su carne. (Ro. 8:1-3) Es por lo
que Pablo advierte a los cristianos que hagan morir las pasiones terrenales en
ellos porque en los no creyentes esas mismas pasiones traen la ira de Dios. (Col. 3:5,6)
DETENIENDO LA VERDAD
El concepto de verdad en el
Nuevo Testamento es más que veracidad, es realidad y es justicia (Ro. 2:8). Cada palabra o acción de
injusticia es una actitud de resistencia, oposición y estorbo a Dios y su reino
de justicia para los hombres. En los dos siguientes capítulos Pablo explicara
este concepto y sus consecuencias.
Ahora bien, cuando el cristiano
comete injusticia igualmente está deteniendo la verdad de Dios, porque somos
luz a las naciones y sal a la tierra. Somos justicia de Dios y verdad de Dios
en Cristo.
Sea nuestro ministerio y
testimonio como el que declara en 2Co. 6:3-ss.