Romanos 1:19-32
INTRODUCCION: En el estudio anterior
estuvimos mirando el verso 18. Hablamos sobre la manifestación de la ira de
Dios contra toda impiedad e injusticia de los hombres. Hablamos del la ira
venidera y el juicio final pero también del juicio de Dios, en Cristo, sobre la
injusticia del hombre. En la cruz vemos la ira y el amor de Dios expresados.
Como dice Salmo 85:10 “La
misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron”.
Los versículos que miraremos hoy son el
comentario o la exposición del verso 18. Pablo va a demostrar como la impiedad
y la injusticia llevó a hombre a la decadencia moral y espiritual por lo que el
Evangelio, que es el poder de Dios para salvación, es la única respuesta y
esperanza para la humanidad, ya que en el evangelio se revela la justicia de
Dios.
LA REVELACIÓN
NATURAL DEJA AL HOMBRE SIN ESCUSA Y EN DECADENCIA (19,23)
Dios se ha revelado a la humanidad por medio
de su creación, al igual que el artista se revela o expresa por medio de su
obra. (Sal. 8 y 19). Pablo dice que
las cosas que Dios ha hecho muestran claramente “su eterno poder y deidad” Está
caro que la creación solo puede venir de un Dios poderoso.
No solo porque la ha creado, sino porque la
sustenta.En su discurso en Icono, Pablo dice que Dios da testimonio de sí mismo
dándonos sustento, lluvia, etc. (Hch.
14:17).
En su discurso en Atenas demuestra que hay un
Dios detrás de un orden (Hch. 17:27)
y nos dice que la revelación natural es suficiente para buscar a Dios, aunque
sea “palpando” También en (Ro. 1:21)
nos dice que la Revelación Natural da un conocimiento de Dios suficiente para
glorificar a Dios y darle gracias.
Para Pablo el comienzo de la decadencia del
hombre es que después de haber tenido un inicial conocimiento de Dios no
quisieron glorificarle como Dios ni dar le gracias. No quisieron honrarle y
alabarle. Esto les llevó a envanecerse y entraron en oscuridad de corazón
produciendo una religión propia que glorifica a la creatura antes que a Dios.
Así que la raíz del pecado es no glorificar a
Dios. Es cambiar lo incorruptible por lo corruptible. Podemos ver claramente de
que manera en el día presente se glorifica y alaba todo lo que es corruptible.
Dinero, fama, poder, incluso deportistas, cantantes y artistas.
En estos cinco versos hemos visto la primera
etapa de cómo el hombre detiene con injustica la verdad(de Dios) En los
siguientes versos veremos como la ira de Dios se rebela contra esta impiedad e
injusticia del hombre.
DIOS ENTREGA AL
IMPIO A LA INMUNDICIA DE SU CORAZON.
El juicio de Dios sobre la idolatría del
hombre es “entregarlos” a la inmundicia y las concupiscencias de sus corazones.
Cuando el hombre persiste en rebelarse y
pecar, Dios lo rinde o lo entrega a su propio deseo, porque el propio deseo del
hombre sin Dios es su propio juicio.
Debemos pensar que Dios es el Bien y fuera de
Él no hay bien posible. Fuimos creados para reflejar Su imagen, cuando perdemos
la imagen de Dios perdemos nuestra humanidad, perdemos lo que somos. Como la
luna, el hombre no tiene luz propia. Dios es Luz.
Cuando leemos en las Escrituras; “…no te
dejaré, ni te abandonare” es algo más que su ayuda y compañía. Es que en su
presencia está todo el bien. Los Salmos están llenos del concepto de que no hay
bien fuera de Él, estálleno de plegarias para que Dios no abandone,
que Su rostro brille sobre nosotros, etc.
En todas estas plegarias del justo se identificó Cristo
cuando estaba en la cruz. El sufrió allí el más absoluto y total abandono de
Dios cuando cargaba con la o impiedad e injusticia del hombre (ver Salmo 22).
Muerte espiritual o infierno, como lo querámoslo llamar, es el abandono total
de Dios. ¿Has pensado que pasaría si la tierra insistiera en salir de su órbita
y abandonara
El sol?
Así que la ira de Dios se revela, no en tomar
represalias sino en dejar que el rebelde llegue a recibir en sí mismo la
consecuencia de su rebeldía,dejarlo que prosiga en su camino de alejamiento. Siempre con la finalidad
de que despierte a su miseria, como el hijo prodigo, y regrese en
arrepentimiento a su bien.
Cuando el hombre no quiere reconocer a Dios no darle
gloria se convierte en un ser sensual, almico, y por medio de sus sentidos se
da culto a sí mismo. Por lo tanto el siguiente paso es la inmoralidad
DE LA
IDOLATRIA A LA INMORALIDA
Una vez Dios ha entregado al hombre a la vanidad de su
mente es que el hombre cae en la inmoralidad sexual. Es evidente que al no querer
adorar al creador caigamos en la adoración de la criatura, esto es de nosotros
mismos, nuestro placer se convierte en nuestra adoración y culto.
Judas, en su epístola da una descripción paralela a
Romanos en la degradación del hombre y los ángeles, de estos dice; “…no
guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada” (Jud. 1:6) De los hombres dice que “mancillan
la carne…y se corrompen como animales irracionales” (vs.8,10)
Lutero definió el pecado como; “Homo incurvatus in se” “El hombre curvado en sí” Como dije antes el
hombre fue creado para reflejar la gloria de Dios. Cuando abandonamos a Dios y
Él lo permite, una de las de las muchas cosas que perdemos es el Amor Divino en
diferentes grados. Cuando esto ocurre nos volvemos a nosotros mismo en la
capacidad de amar y nos vuelve “egocéntricos” yo diría “filocentricos”
Esto es la simiente o el principio de nuestra propia
destrucción, de nuestro exterminio total.
DE LA IMPIEDAD A LA INJUSTICIA
Lo que comenzó con la impiedad, esto es, no dándole a
Dios la honra y la gloria que merece, por último
nos llevó a la injusticia. Cuando no cumplimos el primer mandamiento, el
cumplimiento del segundo se vuelve imposible. Vemos en la historia como la
injusticia se ha apoderado del hombre en todos los niveles, social, político,
cultural, personal, familiar, etc.
Pablo
nos da una larga lista, aunque no exhaustiva, de la condición del hombre.
Hoy en
día no solo estamos viendo toda esta injusticia, sino que estamos legalizándola.
Pensemos en el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, la explotación de
los países pobres, (mirar: http://worldcentric.org/conscious-living/third-world-debt)
CONCLUSION.
Dios le
entregó la tierra a Adán, este se vendió al pecado y la perdió. Cristo, que es,
“Ben Adan” vino para juzgar al Príncipe de este mundo y traernos nuevamente la
Justicia de Dios. Antes de ser exaltado a su trono dijo a seguidores; “toda
potestad me es dad en el cielo y en la tierra, por tanto id” Esto es, llevad mi
justicia y mi verdad a todo el mundo. Ahora, al igual que Adán, la iglesia ha
quedado encargada de este planeta, no solo para salvar almas, sino para salvar
cuerpos hambrientos también. No solo para prometerles un cielo cuando mueran,
sino para darles una existencia decente ahora. No hagamos del milenio la
bandeja de los casos difíciles. Dejemos de edificar catedrales y construyamos
orfanatos y hospitales.
Oremos;
“…Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la
tierra” Amen.