MI CAMINO

sábado, 23 de mayo de 2015


Romanos 1:19-32

 

INTRODUCCION: En el estudio anterior estuvimos mirando el verso 18. Hablamos sobre la manifestación de la ira de Dios contra toda impiedad e injusticia de los hombres. Hablamos del la ira venidera y el juicio final pero también del juicio de Dios, en Cristo, sobre la injusticia del hombre. En la cruz vemos la ira y el amor de Dios expresados. Como dice Salmo  85:10  “La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron”.

Los versículos que miraremos hoy son el comentario o la exposición del verso 18. Pablo va a demostrar como la impiedad y la injusticia llevó a hombre a la decadencia moral y espiritual por lo que el Evangelio, que es el poder de Dios para salvación, es la única respuesta y esperanza para la humanidad, ya que en el evangelio se revela la justicia de Dios.

 

LA REVELACIÓN NATURAL DEJA AL HOMBRE SIN ESCUSA Y EN DECADENCIA (19,23)

Dios se ha revelado a la humanidad por medio de su creación, al igual que el artista se revela o expresa por medio de su obra. (Sal. 8 y 19). Pablo dice que las cosas que Dios ha hecho muestran claramente “su eterno poder y deidad” Está caro que la creación solo puede venir de un Dios poderoso.

No solo porque la ha creado, sino porque la sustenta.En su discurso en Icono, Pablo dice que Dios da testimonio de sí mismo dándonos sustento, lluvia, etc. (Hch. 14:17).

En su discurso en Atenas demuestra que hay un Dios detrás de un orden (Hch. 17:27) y nos dice que la revelación natural es suficiente para buscar a Dios, aunque sea “palpando” También en (Ro. 1:21) nos dice que la Revelación Natural da un conocimiento de Dios suficiente para glorificar a Dios y darle gracias.

 

Para Pablo el comienzo de la decadencia del hombre es que después de haber tenido un inicial conocimiento de Dios no quisieron glorificarle como Dios ni dar le gracias. No quisieron honrarle y alabarle. Esto les llevó a envanecerse y entraron en oscuridad de corazón produciendo una religión propia que glorifica a la creatura antes que a Dios.

Así que la raíz del pecado es no glorificar a Dios. Es cambiar lo incorruptible por lo corruptible. Podemos ver claramente de que manera en el día presente se glorifica y alaba todo lo que es corruptible. Dinero, fama, poder, incluso deportistas, cantantes y artistas.

 

En estos cinco versos hemos visto la primera etapa de cómo el hombre detiene con injustica la verdad(de Dios) En los siguientes versos veremos como la ira de Dios se rebela contra esta impiedad e injusticia del hombre.

 

DIOS ENTREGA AL IMPIO A LA INMUNDICIA DE SU CORAZON.

El juicio de Dios sobre la idolatría del hombre es “entregarlos” a la inmundicia y las concupiscencias de sus corazones.

Cuando el hombre persiste en rebelarse y pecar, Dios lo rinde o lo entrega a su propio deseo, porque el propio deseo del hombre sin Dios es su propio juicio.

 

Debemos pensar que Dios es el Bien y fuera de Él no hay bien posible. Fuimos creados para reflejar Su imagen, cuando perdemos la imagen de Dios perdemos nuestra humanidad, perdemos lo que somos. Como la luna, el hombre no tiene luz propia. Dios es Luz.

Cuando leemos en las Escrituras; “…no te dejaré, ni te abandonare” es algo más que su ayuda y compañía. Es que en su presencia está todo el bien. Los Salmos están llenos del concepto de que no hay bien fuera de Él, estálleno de plegarias para que Dios no abandone, que Su rostro brille sobre nosotros, etc.

En todas estas plegarias del justo se identificó Cristo cuando estaba en la cruz. El sufrió allí el más absoluto y total abandono de Dios cuando cargaba con la o impiedad e injusticia del hombre (ver Salmo 22). Muerte espiritual o infierno, como lo querámoslo llamar, es el abandono total de Dios. ¿Has pensado que pasaría si la tierra insistiera en salir de su órbita y abandonara El sol?

 

Así que la ira de Dios se revela, no en tomar represalias sino en dejar que el rebelde llegue a recibir en sí mismo la consecuencia de su rebeldía,dejarlo que prosiga en su camino de alejamiento. Siempre con la finalidad de que despierte a su miseria, como el hijo prodigo, y regrese en arrepentimiento a su bien.

 

Cuando el hombre no quiere reconocer a Dios no darle gloria se convierte en un ser sensual, almico, y por medio de sus sentidos se da culto a sí mismo. Por lo tanto el siguiente paso es la inmoralidad

 

DE LA IDOLATRIA A LA INMORALIDA

Una vez Dios  ha entregado al hombre a la vanidad de su mente es que el hombre cae en la inmoralidad sexual. Es evidente que al no querer adorar al creador caigamos en la adoración de la criatura, esto es de nosotros mismos, nuestro placer se convierte en nuestra adoración y culto.

Judas, en su epístola da una descripción paralela a Romanos en la degradación del hombre y los ángeles, de estos dice; “…no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada” (Jud. 1:6) De los hombres dice que “mancillan la carne…y se corrompen como animales irracionales” (vs.8,10)

 

Lutero definió el pecado como; “Homo incurvatus in se” “El hombre curvado en sí” Como dije antes el hombre fue creado para reflejar la gloria de Dios. Cuando abandonamos a Dios y Él lo permite, una de las de las muchas cosas que perdemos es el Amor Divino en diferentes grados. Cuando esto ocurre nos volvemos a nosotros mismo en la capacidad de amar y nos vuelve “egocéntricos” yo diría “filocentricos

Esto es la simiente o el principio de nuestra propia destrucción, de nuestro exterminio total.

 

DE LA IMPIEDAD A LA INJUSTICIA

Lo que comenzó con la impiedad, esto es, no dándole a Dios la honra y la gloria que merece, por último nos llevó a la injusticia. Cuando no cumplimos el primer mandamiento, el cumplimiento del segundo se vuelve imposible. Vemos en la historia como la injusticia se ha apoderado del hombre en todos los niveles, social, político, cultural, personal, familiar, etc.

Pablo nos da una larga lista, aunque no exhaustiva, de la condición del hombre.

Hoy en día no solo estamos viendo toda esta injusticia, sino que estamos legalizándola. Pensemos en el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, la explotación de los países pobres, (mirar: http://worldcentric.org/conscious-living/third-world-debt)

 

CONCLUSION.

Dios le entregó la tierra a Adán, este se vendió al pecado y la perdió. Cristo, que es, “Ben Adan” vino para juzgar al Príncipe de este mundo y traernos nuevamente la Justicia de Dios. Antes de ser exaltado a su trono dijo a seguidores; “toda potestad me es dad en el cielo y en la tierra, por tanto id” Esto es, llevad mi justicia y mi verdad a todo el mundo. Ahora, al igual que Adán, la iglesia ha quedado encargada de este planeta, no solo para salvar almas, sino para salvar cuerpos hambrientos también. No solo para prometerles un cielo cuando mueran, sino para darles una existencia decente ahora. No hagamos del milenio la bandeja de los casos difíciles. Dejemos de edificar catedrales y construyamos orfanatos y hospitales.  

Oremos; “…Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” Amen.

 

 

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