MI CAMINO

sábado, 7 de febrero de 2015


EL REPOSO DE DIOS (CONTINUACIÓN)

 

HEBREOS 3:7-4:13

 

Continuamos nuestro estudio del reposo de Dios siguiendo los dos ejemplos que el autor de Hebreos toma del AT. El primer ejemplo lo toma del séptimo día de la creación Heb. 4:4. El segundo ejemplo lo toma de la Tierra Prometida como lugar de reposo para el pueblo de Dios. Heb. 3:7ss.

 

Hoy examinaremos el significado de este reposo y también miraremos brevemente otra manera que el Espíritu Santo ha querido ilustrar el Reposo de Dios para su pueblo con la figura del Jubileo´

 

Recordemos que el propósito que tenemos es tratar de entender lo que los recipientes de la epístola entendían con la idea del Reposo de Dios. Una vez hayamos analizado estas tres tipologías  lo aplicaremos a nuestro texto de Hebreos y podremos tener una mejor hermenéutica personal y actual.

 

EL REPOSO EN LA TIERRA DE ROMESA.

El libro de Deuteronomio es de gran importancia para entender la Biblia y el plan redentivo de Dios. Podemos decir que este libro es un sermón predicado por Moisés a la generación que ve a entrar y poseer la tierra. Si entendemos que la Tierra Prometida es un tipo del Reposo de Dios para nosotros, podremos sacar un sinfín de ilustraciones prácticas para la vida del Cristiano. En este libro podemos ver en qué consiste el reposo de Dios. Cómo entrar en el reposo y como no entrar en el reposo. Cómo mantenerse y disfrutar del reposo. Qué ocurre cuando se pierde el reposo y como recuperar el reposo, etc.

 

Los libros de Éxodo y Números hablan sobre el peregrinaje del Pueblo desde Egipto hasta las puertas de la promesa. Durante este peregrinaje vemos a Dios dirigiendo al pueblo al Lugar ha elegido para  su reposo  (Núm. 10:33-36; Dt. 1:33) Mas adelante el salmista toma esta idea para declarar que el lugar del reposo de Dios, donde el arca descansa es en el monte de Sion (Sal. 132:8-18) Fue el Rey David que entendió esto buscando edificar un templo. Más tarde Salomón repite estas mismas palabras de Moisés y David en la dedicación del Templo. 2Cro. 6:41.

Nuevamente podemos entender con esto que el reposo del pueblo tiene que ver con el reposo de Dios en medio de su pueblo. No hay verdadero descanso para el hombre hasta que Dios no ha encontrado lugar en medio de su pueblo.

Más adelante los profetas (Isa. 66:1) y sobre todo el Nuevo Testamento (Hech. 7:48-50; Jn. 4:20,21) nos enseñan que no es un templo edificado por hombres ni una ciudad geográficamente situada en Sion a la que Dios se estaba refiriendo. Dios se refiere a un templo de hombres y mujeres santificados por el Espíritu y a una Sion celestial como nos dice claramente nuestro hagiógrafo. Heb. 12:22,23.

 

LA TIERRA PROMETIDA, TIPO DEL  EDEN.

En Núm. 13:27 los espías traen un reporte de una tierra que verdaderamente fluye leche y miel. Es una tierra que Dios cuida y riega (Dt. 11:11,12) es una tierra buena, fértil y llena de toda bendición. (Dt. 8:1ss) Al igual que el Edén donde el hombre es introducido en un huerto que él no ha plantado ni trabajado, también la tierra prometida es un lugar donde el pueblo no ha edificado casas ni plantado árboles ni ha cavado cisternas. (Dt. 6:10ss. ).

 

Esto nos da la idea de un segundo Edén donde el hombre es introducido en el reposo de Dios. Al igual que Adán, Israel fue formado fuera de la tierra. Al igual que Adán, Israel disfrutaría de la presencia y bendición de Dios. Las condiciones de permanencia son las mismas que Adán. Es necesario que el hombre obedezca a Dios (7:12ss), esto es, hay un pacto. De lo contrario, al igual que Adán, serán expulsados.

 

 

 

Más adelante veremos detenidamente en nuestro estudio de Hebreos, que la tierra prometida es solo símbolo y tipo de un verdadero Edén que Dios tiene preparado para su pueblo. Nuestro autor dice claramente que Josué no les dio el descanso verdadero, por lo que David, muchos años después continúa con la invitación. Esta invitación nos llega hasta hoy “…si oyéramos Su voz”

 

 

 

EL AÑO SABÁTICO Y EL JUBILEO

Otro tema que merece la pena mirar brevemente es el jubileo o año de reposo. En Levítico 25 Dios le da a Moisés la ley sobre el reposo de la tierra. Se podía trabajar la tierra por seis años y el séptimo debía de descansar totalmente. Además de esto tenían que guardar el jubileo que era una semana de semana de años. Esto es cada 49 años era especial porque todas las deudas eran canceladas y los esclavos salían libres. El motivo principal y de importancia para nosotros es el verso 23. “La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es…”  Esto quiere decir que el reposo es de Dios y no nuestro. Nosotros entramos en el reposar de su obra terminada y disfrutamos por gracia de todo lo que Dios ha provisto en nuestra redención. Por ello la diferencia entre obras muertas y reposo es así. Obras muertas es lo que yo hago para Dios y reposo es lo que Dios ha hecho para mi.

 

Dios juzga a su pueblo por contaminar la tierra con  idolatría destruyendo el templo y llevándoles a cautividad. El periodo del cautiverio es de 70 años, esto es un año por cada año sabático que no dejaron reposar la tierra desde que entraron para poseerla. 2Cro. 36:21.

 

(Dicho de paso nos encontramos en año de jubileo. Comenzó en Sep. 2014 y terminará el 13 Septiembre 2015. Aparentemente según algunos calculan este es el Jubileo número 70 desde la el primer jubileo en la destrucción de Jericó)

 

Podemos destacar dos aspectos que nos interesan para nuestro  estudio de Hebreos y son; En primer lugar que la tierra de reposo es siempre propiedad de Dios. Lo segundo es que Jubileo tiene que ver con la cancelación de las deudas y la liberación de los esclavos.

 

 

 UN RESUMEN

No he querido dar una definición de lo que es el Reposo de Dios, sino que he preferido mirar brevemente en el AT para que tengamos una idea de lo que tipológicamente las Escrituras nos dicen que es este reposo de Dios.

Todo lo que hemos visto en cuanto al significado del Reposo  lo traeremos a nuestro estudio de Hebreos 3 y 4 para darnos un mejor entendimiento del Reposo aplicándolo a la vida cristiana.

 

1. El reposo no tiene nada que ver con cansancio ni falta de actividad.

2. Reposo significa obra terminada, consumada y satisfacción de la obra consumada.

3. Reposo tiene que ver con liberación de los enemigos, fin de opresión y servidumbre

4. El reposo es una obra divina a la cual somos invitados a entrar por gracia y en fe.

5. La característica principal del reposo es la presencia de Dios en medio de su pueblo en regocijo mutuo.

6. Solo en el reposo se encuentra la bendición divina y por tanto la satisfacción del hombre.

7. Fuera del reposo no hay vida, bendición ni canción. (Sal. 137)

8. Se permanece en reposo mientras se oye y obedece la voz de Dios (Tiene que ver con Pacto)

9. El reposo tiene que ver con llenura, satisfacción y regocijo.

10. Vivir en el reposo es símbolo o señal de santificación.

 

 

APLICACIÓN

La escrituras nos enseñan claramente que la entrada a la tierra prometida no era el verdadero Reposo para el pueblo de Dios, sino que es figura  y “…testimonio de lo que se iba a decir..” Heb. 3:5. Igualmente en Heb. 4:9 dice; “Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios”  Este reposo del que habla el autor es el reposo escatológico que vemos cumplido en los últimos capítulos de Apocalipsis. Este es el sentido del famoso capítulo de la fe (Heb.11) cuando lo miramos en el contexto de la epístola. Todos estos héroes de la fe miraban hacia adelante, la ciudad que tiene fundamento, la Sion celestial. (Heb. 11:10,16). Etc.

Al igual que el pueblo de Israel, nosotros entramos en el reposo por medio de la fe y permanecemos en el reposo, al igual que Israel, por medio de la obediencia que viene por el oír con fe. De ahí la continua exhortación del autor a perseverar. Heb. 3:6, 12-13,14. 4:1,11.

 

Ahora bien, el reposo al que somos invitados por medio del Evangelio, no solo tiene una dimensión futura, sino también presente. Como dice en Heb. 4:3, “Pero los que hemos creído, entramos en el reposo” y también en (Heb. 4:10). “porque el que ha entrado en su reposo…”

Si el reposo solo tiene una dimensión futura, cómo puede decir el autor; “Temamos, pues no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado Heb. 4:1. Algo estaba viendo el autor en aquellos creyentes que denunciaba una condición de estarse perdiendo el reposo presente y por tanto el peligro de no alcanzar  el reposo escatológico.

Creo que la clave puede estar en Heb. 4;10. Estos creyentes estaban mirando atrás, a los sacrificios y el sistema de obras para santificarse. Es por esto que el que ha entrado en el reposo de Dios ha reposado de toda obra que tenga que ver con justificación o santificación.

 

El apóstol Pablo atajando un problema similar en la iglesia de Galácia (pero en este caso una iglesia gentil) contrapone las obras muertas a las obras que son por el Espíritu, esto es, las obras que se hacen dentro del reposo, y dice así; “Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por la fe la esperanza de la justicia; porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.”   Ga. 5:1-6.

 

Así que para el cristiano entrar en el reposo de Dios es venir a Cristo en fe y regocijarse en su obra terminada. Él es nuestra paz, Él es nuestro reposo. Él es nuestro descanso, como Él mismo nos invita diciendo; “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros…” Mat. 25:28,29.

Sin temor a repetirme quiero que veamos en la invitación de Cristo una aparente contradicción. Jesús nos invita a descansar y a tomar su yugo, que es un implemento de trabajo.   Claramente entendemos con esto que descanso no es inactivada sino todo lo contrario es haber entrado en las obras de Dios, la actividad del Espíritu que no produce ansiedad o estrés, sino gozo en el Espíritu.

 

El Salmo 137 nos habla de aquellos que han perdido el reposo y por tanto están en cautiverio. Nos dice de ellos que colgaron sus arpas y no tenían alegría ni canción en tierra de extraños. Esto es un cuadro típico del cristiano que no anda en el reposo de Dios, ellos han perdido la canción. La alabanza es fácil cuando andamos en reposo, nada es forzado. Nos sorprendemos muchas veces tarareando un himno o corito. Nuestro sacrificio de alabanza está continuamente ardiendo en el altar y nuestra acción de gracias es incesante, porque estamos deleitándonos con el deleite con que  Dios se deleita en su obra consumada.

En este contexto podemos entender quizás mejor el texto que dice; “…el gozo de Jehová es vuestra fortaleza.” Neh. 8:10.

No es nuestro gozo ni nuestro reposo, sino el gozo con que Dios se goza y el reposo de nuestro Dios al final de su obra redentora que nos fortalece, nos da confianza y gozo en el servicio.

 

Para terminar quiero que volvamos nuevamente a los primeros versículos de nuestra epístola y veamos como ya desde el principio el autor nos da la pista y la base de todo lo que va a decir en su exhortación; “ …el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas…” Heb. 1:3.

Sentarse es sinónimo de obra terminada, y obra terminada con respecto a los muchos hijos que ha de llevar a gloria. Heb. 2:10.

 

Pero tampoco quiero pintar un cuadro idílico de la vida de reposo. Claro que hay momentos difíciles de prueba y tentación, incluso de pecado y desobediencia donde perdemos el gozo y la visión celestial. En todo esto debemos saber que nuestra redención es un acto, un suceso establecido en los lugares celestes, ante el trono del Dios que no cambia y vive en la eternidad.

 

Incluso el Israel natural después de perder la tierra, el reposo y la presencia de Dios tiene al camino abierto para regresar en arrepentimiento. Entonces Dios la hará volver a la tierra. Circuncidará su corazón para que el ame. Volverá a oír la voz de Dios. Pondrá por obra sus mandamientos y Jehová volverá a gozarse sobre ellos para bien. Etc. Det. 30.

 

 

Creo que después de esta corta introducción al Reposo de Dios estamos un poco mejor preparados para comenzar nuestro estudio del texto de Hebreos. Estoy seguro que el Espíritu nos irá enseñando aún más sobre este interesante tema para nuestras vidas cristianas.

 

Bendiciones.

 

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