MI CAMINO

martes, 1 de abril de 2014


EL ESTUDIO BIBLICO HA DE SER EVANGELIO-CENTRICO (NUEVO PACTO)

En el punto anterior dije que el estudio bíblico ha de ser Cristocéntrico. Esto es, ha de buscar a Cristo en el texto y ha de llevar a Cristo en su aplicación. Cristo es el cumplimiento de la Ley, es la realidad de las sombras del AT. Jesús dice de sí mismo; “Yo soy el camino, la verdad, y la vida” y Juan el Bautista da testimonio de él diciendo; “…la gracia y la verdad vinieron por medio de Él” (Jn. 1: 17; Jn.14:6)  Verdad en cuanto a la realidad. Él es el verdadero Hombre, el verdadero Israel, el verdadero Templo, el verdadero sacrificio, el verdadero Sumo Sacerdote. En Él y solo en Él la Ley de Dios es obedecida y cumplida para todo Hombre. EN El y solo en El habita Dios, como templo, donde el hombre puede orar y adorar, y así podríamos continuar con todas las figuras y  acontecimientos históricos del AT.

 

Ahora bien, este Cristo ya vino, fue crucificad, resucitado y exaltado a la diestra de Dios desde donde envió el Espíritu Santo en el día de pentecostés. Este hecho histórico es fundamental en todo estudio bíblico o sermón. Cuando Él colgaba de la Cruz y antes de entregar su espíritu al Padre dijo; “ …consumado es” Jn. 19:30. La sangre del Nuevo Pacto ha sido derramada y todo lo que se requería para que el hombre fuera reconciliado con Dios y recibiera la promesa del Espíritu fue cumplido. Cincuenta días después de este acontecimiento nace la iglesia por medio del Espíritu y aquellos 120 son una Nueva Creación.

En el primer sermón de la iglesia 3000 personas son añadidas a la Iglesia. Estas personas, al igual que todo cristiano en la historia, entran en el Reino como hijos de Dios a pleno derecho de herencia. Entran Justificados y santificados. Entran aceptados en el Amado. Entran “completos en Cristo” esto es, sin faltarles nada que sea necesario añadir para le vida cristiana. El apóstol Pedro dice;  “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participes de la naturaleza divina…” 2Pe.1:3,4.

 

Un bebé cuando nace sano ya tiene todo lo que necesita para la vida en este planeta. Tiene todos sus órganos y sentidos aunque es necesario el crecimiento y la madurez para que cada órgano se desarrolle con el uso. Pero no es necesario añadirle nada. El cristiano no necesita nada, ya lo tiene todo, ya está completo en Cristo. Por lo tanto el propósito que tiene el Estudio Bíblico es  el de descubrir o revelar al cristiano lo que ya ha recibido por medio del la obra terminada de Cristo y el don del Espíritu. El Cristiano ha entrado en una obra acabada por Dios al igual que Adán entro en el huerto del Edén. Ya estaba todo terminado, el solo tenía que cuidarlo, conservarlo.

 

La oración de Pablo por las iglesias no es que Dios les dé más sino que Dios les revele lo que ya tienen  “de las inescrutables riquezas de Cristo” como dice en Ef. 1:15-20 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,  no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,  alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,  y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,  la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra) en los lugares celestiales”   Igualmente en Ef.. 2:7; 3:17ss; Col. 2:2.

 

Mi corazón me duele cuando veo algunos maestros o predicadores hacer llamados al altar para que los hermanos reciban más humildad o paciencia o amor, u obediencia, o ser más fieles en la oración. Todo basado en el esfuerzo propio, la determinación y la disciplina. Para mí esto no son Buenas Nuevas de gran gozo. Esto es poner cargas que nadie puede llevar. El Señor llama  a los cargados y cansados que vengan a  él y reciban descanso para sus almas. Mat. 11:28,29.

Quiero poner un ejemplo que estoy seguro  muchos se identificaran con él.  Muchos de nosotros hemos sentido culpabilidad al pensar en nuestra vida de oración. Quizás no oramos lo suficiente y nos compramos un libro de oración o una biografía de un gigante de la oración. Aprendemos de del escritor o del gigante ciertas disciplinas y nos proponemos a toda costa de mejorar nuestra vida de oración. No es necesario que pase mucho tiempo para que nos veamos fracasados y nos sintamos más condenados que cuando empezamos nuestra empresa. ¿Cuál es la solución? ¿Volverlo a intentar? ¿Leer más libros de oración? ¿Responder al llamado del altar una y otra vez? No, porque mientras estamos en condenación y mala conciencia nunca podremos levantarnos de nuestra condición.

 

Lo primero que tenemos que saber es que “No hay condenación para los que están en Cristo Jesús” porque Cristo no solo nos salvó por medio de su muerte, sino que también nos salvo por medio de su vida. Cuando entiendo que Su vida de oración perfecta, completa y agradable al Padre, que siempre le escucha. Esa vida de oración es mía por la gracia de la Justificación. El Siguiente paso es saber que Él me ha dado oración por medio del  Espíritu  de adopción que clama Abba Padre. Por  último en humildad y acción de gracias recibo por la fe esa vida de oración que no siendo mía me ha sido concedida por el Padre.

 

Concluyendo este punto quiero subrayar que la verdadera enseñanza bíblica ha de tener como fundamento el Evangelio de Gracia (el Nuevo Pacto, La Nueva Creación, El Reino que se ha acercado)como obra de Cristo consumada,  traída a nosotros por el Espíritu de Gracia y recibida en fe y acción de gracias.

“El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso os dije que tomará de lo mío y os lo hará saber” Jn. 16:14,15.

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